Page 18 - MANEJO DEL MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
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Desde el enfoque biológico Díaz-Aguado, Martínez-Arias, y Martín-Seoane (2004), en-
fatizan sobre la vulnerabilidad de la etapa adolescente. En sí, es ya una forma violenta
de adaptación producida por la naturaleza, como cambios físicos corporales y mentales
que afectan al individuo bio-psico-socialmente en la pubertad, al incrementarse la velo-
cidad de crecimiento se cambian las formas y dimensiones corporales, esto no ocurre
de manera armónica, y los jóvenes presentan trastornos como: incoordinación, fatiga,
trastornos del sueño, con trastornos psicológicos emocionales y conductuales de ma-
nera transitoria.
La mayoría de los estudios sobre afrontamiento (Lazarus y Folkman, 1984; Moos, 1988;
Carver, Scheier y Weintraub, 1989; Galán-Rodríguez y Perona-Garcelán, 2001), con-
cuerdan en determinar cuatro tipos generales de estrategias (dominios) de afrontamien-
to, que se corresponderían a reacciones inherentes concretas dependiendo de cada tipo
de afrontamiento (afrontamiento conductual, cognitivo, afectivo y fisiológico):
1) “El afrontamiento conductual se refiere a afrontar la situación
estresante de forma directa, a través de un proceso que op-
timice el resultado, o bien no reaccionar de ninguna manera”
(Lazarus y Folkman, 1984, p. 31).
2) El afrontamiento cognitivo podría ser definido como aquel MANEJO DE MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
que se encuentra constantemente buscando un significado al
suceso (comprenderlo), valorarlo de manera que resulte menos
dañino, o enfrentarlo mentalmente. Centrarse en mantener el
equilibrio afectivo, o aminorar el impacto emocional de la situa-
ción estresante (Lazarus y Folkman, 1984, p. 30).
3) El afrontamiento afectivo como aquel que “se centra en man-
tener el equilibrio afectivo aminorando el impacto emocional de
la situación estresante” (Lazarus y Folkman, 1984, p. 32).
4) El afrontamiento fisiológico se le conoce como referente pro-
pio de algunas manifestaciones propias de la activación orgáni-
ca que acompañan al estrés, producido como consecuencia de
haber sufrido el delito o el miedo y la probabilidad de que ocurra
(Lazarus y Folkman, 1984, p. 33).
Sarah Margarita Chávez Valdez // Leticia Ríos-Velasco Moreno