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Estos dos elementos refractivos del ojo hacen converger los rayos de luz, porque:
• Las superficies refractivas de la córnea y el cristalino tienen convexidad esférica.
• La córnea tiene mayor índice de refracción que el aire; el cristalino tiene mayor índice de refracción que
los humores acuoso y vítreo que lo rodean. La velocidad de la luz se reduce en un medio denso, de modo
que la luz se refracta de manera normal. De este modo, los rayos convergen cuando pasan del aire a la
córnea, o del humor acuoso al cristalino.
Distancia focal de una lente
La distancia a la que convergen los rayos paralelos en un punto focal común detrás de una lente convexa
se llama distancia focal de la lente. Determinación del poder dióptrico de una lente:
«dioptría» Cuanto más amplia sea la desviación de los rayos luminosos por una lente, mayor es su «poder
dióptrico» o poder de refracción. Este poder dióptrico se mide en dioptrías.
Mecanismo de acomodación
En los niños, el poder dióptrico del cristalino puede aumentar a voluntad desde 20 dioptrías hasta unas
34; su «acomodación » es de 14 dioptrías. Para conseguirlo, su forma cambia desde una lente con una
convexidad moderada hasta una lente muy convexa. El mecanismo es el siguiente:
En una persona joven, el cristalino está compuesto por una potente cápsula elástica rellena de un líquido
viscoso de carácter proteináceo, pero transparente. Cuando se encuentra en estado de relajación, sin
ninguna tensión aplicada sobre la cápsula, adopta una forma casi esférica, debido básicamente a la re-
tracción elástica de este elemento. Sin embargo, unos 70 ligamentos suspensorios se fijan radialmente en
torno al cristalino, y tiran de sus extremos hacia el perímetro exterior del globo ocular.
Estos ligamentos se encuentran constantemente tensos por sus inserciones en los bordes anteriores de la
coroides y de la retina. Esta situación hace que el cristalino permanezca relativamente plano si el ojo está
en condiciones normales.
El grado de luz que penetra en los ojos a través de la pupila resulta proporcional al área pupilar o al cuadra-
do de su diámetro. La pupila del ojo humano puede reducirse hasta 1,5 mm más o menos y ampliarse
hasta 8 mm de diámetro. La cantidad de luz que entra en los ojos puede modificarse unas 30 veces como
consecuencia de los cambios en la apertura pupilar .(8)