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SISTEMAS DINÁMICOS URBANOS, INNOVACCIÓN Y TENDENCIAS EN LA GESTIÓN PÚBLICA
UNA ExPERIENCIA DE LA INVESTIGACIÓN EN ChIAPAS, MéxICO

En esta teoría debe tomarse en cuenta el fenómeno de depleción y traslimitación (por su tra-
ducción en inglés ecological overshoot). El primero, procede de la terminología petrolera, don-
de describe la baja o extinción de la producción de un yacimiento tras un pico o cénit, es decir
el agotamiento de un recurso por explotación (Gaja, 2009). El segundo, alude a que hemos
sobrepasado los límites, hemos roto el equilibrio del planeta a base de extraer de él, de con-
sumir más de lo que nos puede dar. Por tanto, más que hablar de sostenibilidad, es preferible
hablar de límites. Si la sociedad global no adquiere conciencia de que el modelo desarrollista
se esta agotando y que nos esta conduciendo al auto-ecocidio, sería imposible transformar las
ciudades en más sostenibles y choca con una realidad que se deteriora día a día, en la que es
indispensable, urgente y necesario, plantearnos el urbanismo sostenible como una estrategia
de supervivencia.
En resumen, la crisis ecológica es consecuencia directa del modelo social y económico, funda-
mentado en la explotación de recursos del planeta más allá de todo límite, construido en la idea
de que el crecimiento perpetuo e ilimitado es posible. Por tanto, si asumimos un nuevo axioma,
alternativo al desarrollismo, el de la inviabilidad del crecimiento perpetuo, se ha propuesto la
construcción de modelos sin crecimiento, es decir de “estado estacionario”. El axioma de
inviabilidad del crecimiento continuo es la clave de la economía estacionaria, planteado dentro
del contexto de finitud del planeta, en la cual la población humana debía estabilizarse (según
Malthus), para así contribuir a la reducción de la tasa de procesamiento de materiales y energía,
y minimizar lo que denominó “transumo” o coste entrópico sobre el ecosistema. Por tanto, un
urbanismo es sostenible si es estacionario, si no propone crecimiento que supongan aumentos
en el consumo de recursos per cápita, lo que denominamos un urbanismo estacionario. El pri-
mer recurso cuyo consumo no debe aumentar es el suelo, y junto con ello el agua, la energía,
el transporte, los servicios, etc.

La problemática de la periferia urbana y su relación con el acceso al agua del caso que nos
ocupa LCB, implica características específicas que lo condicionan a sus pobladores desde
dimensiones sociales, económicas y urbanas.

La primera, expresa una población con niveles de educación muy bajo (nivel primaria incon-
clusa) que imposibilita mejorar las condiciones de ingreso familiar y los limita altamente para
acceder a otros bienes y servicios; posteriormente, esta la población con estudios de secun-
daria, en menor porcentaje. Finalmente, menos de un décimo de la población tienen estudios
técnicos o profesionales y muchos niños y jóvenes en edad escolar, no asisten a la escuela.
Las actividades principales que desarrolla la población, esta en el sector terciario y secundario
y son significativos, siendo las actividades informales (servicios diversos, empleados, peones,
comerciantes ambulantes, etc.) limitando en gran medida el nivel de ingreso de la familia. Lo
anterior, es una razón fundamental por el cual la Población Económicamente Activa (PEA), tiene
ingreso bajo, clasificada como población con pobreza alimentaria. Es decir, el nivel de ingre-
sos no es suficiente y adecuado, para la compra de los principales productos de la canasta
básica (comida). Finalmente, la salud es un factor que también limita el desarrollo de la pobla-
ción de bajos ingresos, debido a la presencia considerable en el índice de morbilidad sentida,
que incapacita a desarrollar alguna actividad productiva que genere ingresos. Los principales

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