Page 184 - El État de los derechos humanos en las relaciones familiares
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ÉTAT DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS RELACIONES FAMILIARES
opuestos, contradictorios, o por lo menos confusos. La ley es buena si me beneficia,
sino, es injusta; más vale un mal arreglo que un buen pleito. Y una larga tradición de
simulación, de informalidad y corrupción, de aplicación discrecional de la ley por
parte de las autoridades, están por supuesto detrás de las creencias ciudadanas en
torno a sus dudas de si lo legal es lo justo, o es su antítesis.
Esto es así, porque para nosotros el término impunidad tiene una doble acepción: por un
lado, la ausencia de castigo o penalización a los responsables de la comisión de delitos,
incluyendo actos de corrupción; y, por otro, la existencia de un sector de privilegiados o
“intocables”, a quienes jamás llega a tocar el brazo largo de la ley.
Recapitulando, inseguridad pública, desempeño gubernamental alejado de los resultados que
la sociedad legítimamente demanda e impunidad y corrupción son fenómenos
inextricablemente unidos y que socavan la legitimidad del propio Estado y ponen en
entredicho los innegables avances en el ámbito de la democracia y del Estado de Derecho.
Aunque, aún más preocupante, es la cultura de la transgresión que, ante la ausencia de una
convicción personal en la ley como reguladora de la vida social y el convencimiento de que
son las propias autoridades quienes incumplen con el marco normativo, cuestionan
severamente el pacto social y, por tanto, la viabilidad de un proyecto de nación.
Todo ello se presenta de manera descarnada en el sector seguridad en México (Ver, Anexo 1),
por lo que a continuación se intenta dar cuenta de los retos y remedios contra la corrupción
y la impunidad en dicho componente básico de las políticas públicas en nuestro país.
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