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NECESIDADES CALÓRICAS DE LA FAMILIA EN RACIONES EQUIVALENTES
La orientación alimentaria, como todo proceso educativo, es indispensable para alcanzar un cambio de conduc-
ta y de actitud del paciente y su familia ante su nueva dieta o plan de alimentación, con el fin de lograr la reper-
cusión deseada sobre la enfermedad o como medida preventiva ante otras enfermedades.
El sistema de equivalentes es una excelente herramienta para la orientación alimentaria de los individuos sanos
o enfermos, ya que, de esta manera pueden adoptar su alimentación tanto a sus costumbres como a la dispo-
nibilidad de alimentos y así mejorar sus hábitos alimentarios.
Según este sistema, los alimentos se clasifican en 8 listas o grupos que tienen en promedio una composición
nutrimental similar. Esto significa que, dentro de cada grupo, un equivalente se puede considerar igual a otro del
mismo grupo tanto en su valor energético como en la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y lípidos que
contienen.
Los alimentos que se presentan en los grupos de equivalentes están considerados en su peso neto; es decir,
sin cáscara semilla o hueso. Los alimentos que por lo general se consumen cocidos, tienen el peso considerado
en cocido o guisado, pues como ya sabemos, al cocinarse algunos alimentos como los del grupo de cereales y
leguminosas incrementan su peso, en tanto que otros la pierden como le sucede con las carnes.
La guía de alimentación se elabora con base en las necesidades energéticas y de otros nutrimentos previamente
calculados, en las costumbres y hábitos alimentarios, el nivel socioeconómico, el clima, los alimentos de la esta-
ción y otros factores. Por supuesto, se debe considerar el número de comidas que cada persona acostumbre o
le haya sido recomendado de acuerdo a su padecimiento.
Las especias y sazonadores que mejoran el sabor y el gusto de la comida, como pimienta, pimentón, ajo, perejil,
cilantro, tomillo, mejorana, epazote, mostaza, vinagre, limón, canela, chile y otras yerbas de olor se pueden usar
libremente.
El empleo del sistema de equivalentes no requiere de comidas especiales ni de formas de preparación diferentes
a las habituales en el hogar y se puede considerar como un medio para la variación razonable de la comida ordi-
naria. Mediante este sistema, los pacientes pueden comer en la mesa junto con su familia. Algunas veces sólo
tendrá que hacer modificaciones en las guarniciones o sazones de los platillos. Se recomienda seguir el mismo
procedimiento cuando las personas comen fuera de casa, ya sea en restaurantes o como invitados en otro do-
micilio. Hay que señalar que el sistema de equivalentes se utiliza para dar orientación alimentaria a individuos y es
más específico que la clasificación en grupos de alimentos que se emplea en poblaciones donde es conveniente
usar conceptos más generales.
En la tabla siguiente se anotan las cantidades que deben consumir los miembros de la familia, con base en el
sistema de equivalentes, para lograr una alimentación suficiente y equilibrada. Es importante hacer notar que
existen diferencias en la cantidad de alimentos que se ofrecen a cada uno de los miembros de la familia, con el
fin de lograr un crecimiento adecuado en unos casos y un balance energético.
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