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• La condición de los mercados de trabajo femenino y masculino en el estado de México
es un reflejo del que se tienen a nivel nacional, el mayor nivel de ocupación es para los hom-
bres; y para las mujeres la mayor proporción es para la población económicamente no activa,
seguido por la población ocupada que aproximadamente constituye el 70% de la primera. Lo
que significa hay una brecha de desigualdad laboral muy grande entre hombres y mujeres.

• Haciendo un análisis breve por sector de la actividad económica: en el sector primario
se observa que tiene mayor presencia masculina laborando, aunque tiene tendencia a la baja
desde mediados del 2016 a la fecha; el sector secundario es el más estable sin embargo hay
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mayor presencia masculina, representa más del triple de la población ocupada femenina que
labora en este sector; por su parte, el sector terciario, muestra un incremento similar entre
hombres y mujeres. El sector terciario es el predominante en ambos sexos con un número
importante de población ocupada. Las mayores tasas de crecimiento de la población ocupa-
da femenina se da en este sector mientras que la PO masculina, solo poco más de la mitad
trabaja en este sector. Se clarifica como tendencia los trabajos “femeninos” y los “masculinos”.

• En el nivel de instrucción ha aumentado en ambos géneros, hay un mayor número de
población ocupada que tienen secundaria terminada o nivel medio superior y superior que es
el promedio de incorporación al trabajo en el Estado de México en los sectores industrial y
de servicios. Cabe mencionar que a partir del último trimestre de 2016 a la fecha los niveles
medio superior y superior tienden a aumentar tanto para hombres como para las mujeres.

• Haciendo un análisis de la población ocupada por unidades económicas, se tiene que,
a partir del tercer trimestre de 2015, hubo un aumento en la población ocupada femenina que
labora en empresas e instituciones privadas, igualando o superando al número de mujeres que
se dedica al sector de los hogares. A par de 2011, el sector de los hogares representa casi
la mitad de población ocupada femenina, y un poco menos de la mitad labora en empresas
y negocios, el resto trabaja en alguna institución o no están especificadas. Mientras que los
hombres predominan el sector empresarial, en su mayoría. La informalidad ha crecido para
ambos sexos, aunque la incorporación femenina ha aumentado significativamente.

• A partir de 2013 la jornada laboral de la población ocupada femenina en promedio es
mayor a 48 horas y de 35 horas para los hombres, Lo que significa que las mujeres trabajan
más de 8 horas al día y más horas en proporción que los hombres .Ha crecido el trabajo sub-
ordinado en mayor proporción en el caso de las mujeres.

• La condición salarial de las mujeres es precario, poco más de un tercio de la población
ocupada femenina recibe más de un salario hasta dos salarios mínimos. Por su parte, la mit-
ad de la población ocupada masculina tiene un ingreso de más de uno hasta tres salarios
mínimos, en promedio, según datos del INEGI: 2015. El nivel de ingresos por la posición en
la ocupación es muy inestable para hombres y mujeres, aunque es un poco más destacado
el nivel de ingresos que reciben los hombres y mujeres que son trabajadores independientes,
especialmente a partir del último trimestre de 2015.

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