Page 22 - METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS
P. 22

METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS
               EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS






               instrumentos de cooperación en los tres órdenes de gobierno (Fundación CIDOC y SHF, 2013).
               No obstante, sobre la vivienda deshabitada en el país no se señalan políticas públicas de apro-
               vechamiento en específi co.

               Por tanto, se debe buscar una aproximación para entender la vivienda deshabitada como un
               medio para alcanzar la sustentabilidad. En este sentido, esta investigación constituye una de
               las bases para entender el proceso de producción, distribución y consumo de vivienda de in-
               terés social, e incluir en un proceso de discusión lo normativo-legal para buscar mecanismos
               que coadyuven el control en el proceso de asignación de la vivienda. Asimismo, este trabajo
               propicia una profunda refl exión sobre el agotamiento del modelo de producción de vivienda
               en México, el cual transita una seria crisis social, económica y ecológica, con un proceso de
               densifi cación muy baja que encarece a la Nación, el suministro de equipamientos, infraestruc-
               turas y servicios diversos.
               El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores [Infonavit] (2013) presenta
               un documento en el que se exponen las principales causas de la vivienda abandonada con el
               fi n de buscar generar recomendaciones para prevenir y enfrentar el problema. Entre los hallaz-
               gos de esa investigación se destaca, por ejemplo, que la mitad de los encuestados compraron
               la vivienda principalmente como patrimonio o porque pensaban rentarla. Asimismo, una tercera
               parte son dueños de otra vivienda y una parte de los desarrolladores no ofrecen información
               completa y adecuada a los acreditados en el momento de la compra. Además, una quinta
               parte de los acreditados se sienten engañados por el desarrollador o vendedor de la vivienda.
               Igualmente, la falta de necesidad de vivienda incide en los niveles de deshabitación y la inade-
               cuada ubicación de las viviendas ocupa el primer lugar en cuanto a la razón por la cual no la
               habitan. De hecho, la inadecuada ubicación y la incipiente seguridad de la zona impiden ren-
               tarla o venderla, de ahí que 40 % de los acreditados señalen que las viviendas están sin man-
               tenimiento, vandalizadas, destruidas o mal construidas. Incluso 42 % de los acreditados con
               cuatro moratorias o más no habitan la vivienda. Así, el estar desempleado propicia los omisos,
               lo cual ocasiona que dejen de habitar la vivienda. Este trabajo intenta buscar soluciones para
               tener los pagos en regla y estandarizar con mejores resultados la cobranza para recuperar las
               viviendas abandonadas.

               La hipótesis planteada sugiere que el fenómeno de la vivienda deshabitada se explica en tan-
               to exista discrecionalidad, corrupción, asignación inadecuada, privilegio de valor de cambio
               por encima de valor de uso y producción desde un enfoque lucrativo y fi nanciero que hará
               que esta solo sea accesible para los sectores pudientes de la sociedad, lo cual disminuirá la
               calidad de vida de las personas y el sentimiento personal y colectivo de seguridad. El Estado,
               por tanto, debe regular el proceso de producción y distribución de la vivienda, y asumir su
               compromiso para condicionar la ayuda según sea el fi n de la vivienda (valor de uso o cambio).
               De esta manera se podrá concebir esta como un derecho humano legalmente regulado, y no
               como una mercancía.

               En resumen, el Estado debe y tiene el derecho, en defensa de la sociedad, de establecer las
               condiciones bajo las cuales las viviendas deben ser intercambiadas cuando hayan recibido
               algún tipo de subsidio para su adquisición. De lo contrario se seguirá teniendo vivienda desha-
               bitada en el mercado formal y subsidiado.







     20
   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27