Page 24 - MANEJO DEL MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
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La distinción entre el miedo concreto y el miedo difuso no es gratuita, ya que existe ev-
idencia empírica de que mantienen una relación, para Ruiz (2007 b) “un mayor temor al
delito se asocia con una mayor probabilidad percibida de ser víctima de algún delito en el
futuro, pero al mismo tiempo, diferentes variables se asocian estadísticamente con cada
una de estas formas de miedo” (p.8).
Ruiz (2004), encontró una asociación positiva entre los indicadores de miedo difuso y
miedo concreto mientras que cada uno de estos miedos se asocia con variables difer-
entes. Para el mismo autor pero en 2007 expertó, “el temor a ser víctima de una agresión
está relacionado con la probabilidad que la persona estima de ser víctima de un delito,
pero al mismo tiempo son dos experiencias diferentes que se explican por factores tam-
bién distintos” (p. 73).
Según el mismo autor un mayor miedo difuso se asocia principalmente con una menor
satisfacción con la policía.
Para Ruiz (2007a):
Una menor cultura ciudadana, un mayor impacto en los sujetos y su familia
y una mayor experiencia directa de victimización. En cambio, un mayor nivel
de miedo concreto se relaciona con una mayor experiencia de victimización MANEJO DE MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
familiar y directa, correlación más fuerte que con el miedo difuso, y con
condiciones de estratos socioeconómicos bajos (Ruiz, 2007a).
Dicho resultado se encontró también con el estudio realizado por Ruiz (2007a), con
estudiantes en Bogotá, Colombia, donde concluyó esto: “un mayor miedo concreto se
relacionó básicamente con una mayor victimización sufrida, mientras que un mayor mie-
do al delito se relacionó con un peor clima emocional del país y con un mayor impacto
de cierto delito en la familia” (p.71).
Respecto a la cultura, participación y eficacia ciudadana, Ruiz (2007b) explicó que, las
diversas estrategias de afrontamiento y otras variables como los miedos sociales se rel-
acionan en estudios realizados en países como Colombia; y el hecho de que la cultura
ciudadana, se geste o no, de una manera proactiva en las juventudes, resulta crucial
para la comprensión del grado de afectación del tejido social en zonas consideradas de
alta descomposición social; donde las explicaciones hacia una presunta falta de par-
ticipación ciudadana, de respeto a las normas, vandalismo y destrucción de mobiliario
público entre otros factores de orden social perjudiciales pueden desembocar en alta
percepción de inseguridad, miedo y actitudes de intolerancia, o a la inversa, pudiendo
ser un efecto de estrategias de afrontamiento no adecuadas y del efecto de los miedos
sociales hacia las juventudes bajo estudio.
Sarah Margarita Chávez Valdez // Leticia Ríos-Velasco Moreno