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respecto. Algunos docentes si han tomado cursos de otras tecnologías que
combinan con los dispositivos móviles, tal es el caso de usar plataformas 145
como Moodle, entre otras. Esto es muy positivo en virtud de que se integran
diferentes tecnologías con fines educativos.

• La dimensión de gestión: los docentes si llegan a gestionar el uso de
cierto software, aplicaciones e incluso de dispositivos móviles dentro de sus
clases, incluso para tareas, almacenamiento en plataformas educativas, en-
tre otros. Sin embargo, si bien las instituciones educativas llegan a apoyar
por ejemplo con la conectividad (por ejemplo, zonas Wifi de acceso libre)
se requerirá de proyectos más específicos si se desea realmente incorporar
estas tecnologías al ámbito educativo. Para ello habrá que investigar en su
caso, si las instituciones tienen restricciones o no al respecto, sobre todo en
virtud de que estas competencias digitales son indispensables no sólo en
el ámbito educativo, sino en la formación de profesionales y ciudadanos del
siglo XXI.

• La dimensión social se enfoca en la construcción de la comunidad, la
interacción y la colaboración. Este aspecto se llegó a observar de manera
tangencial pero sobre todo entre los alumnos, no así entre los docentes,
se observa la participación en trabajos colaborativos, redes de apoyo en
tareas, entre otros. En la mayoría de los casos de manera informar, pero
con capacitación tanto de docentes como alumnos, este aspecto se podrá
impulsar. Se debe aprovechar que poco más del 95% de los docentes está La diversidad de actividades en el proceso de enseñanza aprendizaje del docente en línea
dispuesto a ser capacitado para ello.

Las siguientes generaciones de estudiantes, incluso ya vienen con más experiencia con el
uso de dispositivos móviles, ello se debe aprovechar para los niveles educativos superior y
posgrado, y por supuesto los nuevos docentes también tendrán más experiencia al respecto.

En este estudio se identifica que para que genere frutos del m-learning ello debe ser producto
de una sistematización de un plan pedagógico, no de un profesor aislado, sino de una institu-
ción que desee incorporarse a los retos del siglo XXI, que ya estamos viviendo. En otros países
ya se han dado para su incorporación, analizar sus experiencias, aciertos y desaciertos será
importante como parte de una nueva investigación.