Page 39 - EL PENSAMIENTO DEL PROFESOR-INVESTIGADOR. VÍNCULO ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA

INtrODuccIóN

la importancia de la educación doctoral

Y LA PRÁCTICA Desde el año de 1950, la educación doctoral es una prioridad en las políticas de ciencia y tec-

nología que han permeado a nivel internacional. Lo anterior se centra en la idea de que los in-
vestigadores son el vehículo adecuado para reforzar e incrementar la capacidad en innovación
y que sus resultados son capaces de coadyuvar al bienestar de la sociedad y a la economía
de las naciones. Desde una mirada personalizada, es sabido que contar con un un doctorado
VÍNCULO ENTRE LA TEORÍA privado o público; además, es una manera de satisfacer en las personas su curiosidad e inte-
es un requisito indispensable para alcanzar una carrera en la investigación, ya sea en el sector

reses personales (Bin, Salles-Filho, Colugnati y Campos, 2016).

Siguiendo con Bin et al. (2016), en los países cuya economía está basada en el conocimiento
las plataformas que impulsan el progreso son la investigación y la innovación: ambas permiten
fortalecer el capital humano y las fuerzas laborales que conforman la población altamente edu-
cada. Sin embargo, a pesar del hecho de que la educación doctoral es fundamental para el
desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, las condiciones actuales de los mercados
laborales plantean situaciones que requieren atención inmediata para garantizar que la inver-
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sión que se realiza en los doctorados obtengan los resultados positivos. Así, pues, desde 1990
se ha visto un incremento en el número de graduados, pero una disminución en la contratación
de investigadores, particularmente en los trabajos académicos.Debido a que se cuenta con
una fuerza laboral calificada que se puede incorporar a los mercados laborales no académicos,
los países se pueden beneficiar de sus alumnos de doctorado y amortizar la inversión que se
ha realizado en ellos. Debe quedar claro que los doctorantes son los elementos clave de la
transferencia de conocimientos y de la creación de empresas (Baschung, 2018). Además, en
la mayoría de los casos, la educación doctoral está dirigida para aquellos que desean obte-
ner una posición en la academia. Lo anterior requiere que los estudiantes reciban una tutoría
orientada a la investigación, ya que ellos, en un futuro, es posible que consigan una posición
como profesores titulares, a pesar de que la realidad dicta que pocos lo conseguirán (O’Carroll,
Purser, Wislocka, Lucey y McGuinness, 2012).

Si bien constituyen un grupo pequeño de la población, representan diversas oportunidades
para el mundo y la sociedad del conocimiento. Ellos fueron los beneficiarios de la educación
doctoral y se puede esperar que contribuyan a la economía del conocimiento porque son los
que saben cómo promover los avances de la ciencia. Se vuelve necesario analizar las eviden-
cias de los doctores y la forma en cómo contribuyen con la ciencia, la innovación y la eco-
nomía. Estos datos son importantes para los tomadores de decisión y para entender de qué
manera se destina el presupuesto con el que se financia su formación de alto nivel. Además,
esta información es necesaria para los empleadores, para que conozcan las competencias
específicas con las que cuentan los doctores por cada una de las áreas del conocimiento.
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