Page 104 - METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS

METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS
EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS

El contexto sociocultural en el que se ubica la vivienda deshabitada se caracteriza por la pre-
sencia de instrumentos participativos que no están reconocidos dentro del marco normativo
legal de normas y leyes que rigen la participación ciudadana. Además, se distinguen por la
debilidad, poca efi cacia y efi ciencia que tienen en el entorno participativo comunitario y en el
proceso de gestión urbana (juntas, asambleas y reuniones diversas). Estos sectores habitacio-
nales se organizan en torno a la búsqueda de solución de problemas sociales relacionados con
aspectos de infraestructura urbana (agua potable, energía eléctrica, limpieza urbana), reunio-
nes diversas, problemas de seguridad y conjunto de problemas sociales diversos. Asimismo,
se observa la presencia de valores en la población, los cuales son considerados desde lo mo-
ral, lo social, lo universal y lo personal.

El contexto de los recursos y problemas comunitarios toma en consideración la ayuda del
gobierno y la participación ciudadana para la solución de los problemas que enfrentan los
fraccionamientos, barrios o colonias. Masivamente, se considera que los problemas con mayor
incidencia y afectación son los relacionados con cuestiones de infraestructura urbana básica
(agua, luz, drenaje, etc.) e inseguridad, mientras que en el contexto de los principales proble-
mas que padecen los grandes grupos se encuentran la falta de centros recreativos, inseguri-
dad, alcoholismo, vandalismo y drogadicción.
En el contexto de los servicios básicos sobresalen elementos de infraestructura básica (agua,
luz, drenaje, alumbrado y pavimentación), aunque muchos de esos no funcionan de forma
adecuada, son inservibles o necesitan algún tipo de mantenimiento preventivo o correctivo.
En el contexto de los equipamientos existentes se distingue el subsistema de salud, con co-
bertura superior a 80 %. Sin embargo, los equipamientos que tienen mayor défi cit de cobertura
son comunicaciones, administración pública, abasto, servicios urbanos y cultura (estos se
hallan por debajo de 5 %). Un segundo perfi l de equipamientos con défi cit de cobertura está
constituido por salud, asistencia social y transporte, cuyos porcentajes de cobertura oscila en-
tre 11 % y 26 %. Finalmente hay un tercer nivel de perfi l de equipamientos conformado por de-
porte, recreación y comercio, que tienen un rango de cobertura que oscila entre 36 % y 41%.

El contexto de la vivienda deshabitada se caracteriza por tres razones fundamentales para
el abandono: el dueño cuenta con una segunda vivienda, vive fuera del fraccionamiento o
barrio, o la vivienda presenta algún tipo de problema que le impide ser habitable (proceso de
construcción inadecuado, falta de pago del crédito, remodelación, renta alta, vivienda lejana,
etcétera). El tiempo promedio que la vivienda lleva deshabitada es de 3.25 años (subutiliza-
da y en deterioro) y oscila entre 1 hasta 4.35 años. Asimismo, solamente uno de cada cinco
vecinos puede caracterizar al dueño de la vivienda deshabitada (residencia, actividades, in-
gresos, etcétera). De hecho, 72 % de los dueños de la vivienda deshabitada residen en otros
lugares, por ejemplo, Tuxtla Gutiérrez, Berriozábal, Chiapa de Corzo, Villafl ores y Cintalapa.
El nivel educativo de los dueños de la vivienda deshabitada es profesional en más de la mi-
tad de los casos. El costo medio de renta efectiva de la vivienda deshabitada es de 1576.23
pesos mensuales, con un margen que oscila entre 1072.72 y 1683.33 pesos mensuales. Las
estrategias de aprovechamiento de la vivienda deshabitada son las siguientes: cobrando una
renta efectiva (inquilino), vendiendo el bien inmueble, acondicionándolo como local comercial
o habilitándolo para los dueños de la vivienda.

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