Page 114 - METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS
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METODOLOGÍA PARA CARACTERIZAR VIVIENDA DESHABITADA EN CONTEXTOS METROPOLITANOS
EL CASO DE TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS
A partir de esta concepción se gesta el enfoque positivista como parte de la ciencia moderna,
el cual estimula el cambio entre una organización feudal de la sociedad al inicio del neocapita-
lismo, mediante la aparición del mercado, en donde el principal impulsor lo constituye la ciudad
moderna y el fl ujo inicial de capitales (comerciante, mercader, dinero, abandono del trueque,
etc.). A partir de la concepción de la idea de “cero” se puede concebir el “vacío”, de donde
surge el espíritu de curiosidad, es decir, de observación y experimentación, así como de la
defi nición de un problema de investigación. Es el cimiento de la racionalidad cuaticualitativa en
la investigación científi ca contemporánea.
El escolasticismo, como movimiento fi losófi co y teológico, también contribuyó al avance del
enfoque cuantitativo y cualitativo de las ciencias. En el proceso de entender el contenido natu-
ral del mundo palpable y el saber religioso del cristianismo, descubre un método y un sistema
para explicar estas realidades. Estas constituyen la génesis de muchas universidades, escue-
las monásticas o catedralicias medievales. Se trató de dar unidad a lo conocido en la fi losofía
como en la teología, en especial el razonamiento griego y la revelación cristiana, capaz de
alcanzar la armonía entre la razón y la revelación.
No obstante, esta forma de pensar trajo confl ictos con la teoría de Averroes, la cual pregonaba
que solo la fi losofía podía alcanzar la verdad, no así la teología. Los principales exponentes
escolásticos de esta época son san Anselmo, Pedro Abelardo, Roscelino y santo Tomás de
Aquino, quien establece equilibrio entre razón y revelación.
Además, se considera a la teología como ciencia, haciendo la distinción de que unos proce-
den de principios conocidos por la luz natural del intelecto, y otros por la luz de las ciencias
superiores, conocidas como ciencia de Dios. Duns Escoto limita las verdades capaces de ser
probadas por la razón. Posteriormente, se adhieren más estrechamente a la doctrina emitida
por la jerarquía eclesial.
Se usó como método la lógica y el vocabulario aristotélico (enseñanza, demostración y discu-
sión). En la teología los textos fundamentales son la Biblia y los cuatro libros de sentencias de
Pedro Lombardo. A partir del siglo XIII, destacan san Alberto Magno, Roger Bacon, san Bue-
naventura, Henry de Ghent y Guillermo Ockham.
En resumen, desde la visión cuantitativa patrística agustiniana se defi ne la relación entre sujeto
y objeto de conocimiento, con una lógica hipotética deductiva, con un conocimiento que surge
desde la posición del investigador y su marco es determinado por la lectura de la realidad. Emer-
ge la pregunta de investigación y el investigador se torna agente fundamental del objeto partiendo
de intenciones, necesidades identifi cadas, antecedentes, revisiones investigativas de realidades
preexistentes, objetivas y externas. La teoría funciona como confrontación de la realidad.
Por otro lado, desde la visión cualitativa escolástica tomasiana, la interacción se da desde el
sujeto y el objeto, en la que se revela el fenómeno y el investigador lo descubre, deconstruye,
reconstruye y transforma. No es un proceso acabado y estático, sino dinámico.
Hernández Sampieri, Collado y Baptista (2010) explican cómo en el tiempo fue evolucionando
el enfoque positivista (desde 1849), el cual fue concebido como una realidad unitaria, percep-
tible, base del conocimiento humano, objetivo, que mide, observa y manipula, verifi ca, usa la
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