Page 23 - Transferencia de conocimiento y sistemas de innovación para el desarrollo sustentable
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TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO
Y SISTEMAS DE INNOVACIÓN PARA EL
DESARROLLO SUSTENTABLE
Según el modelo de los sistemas de innovación, el sector empresarial, el sector de las ciencias
y los actores políticos participan en este proceso, partiendo de que las innovaciones avanza-
das o radicales aprovechan los nuevos conocimientos científicos generados en universidades
y organizaciones de investigación (Tödtling, Lehner & Kaufmann, 2009).
Cuando tres entornos de selección están involucrados, puede esperarse la construcción de
una dinámica más compleja de innovación como resultado de interacciones que involucran
relaciones bilaterales y trilaterales. En el modelo de triple hélice, propuesto por Leydesdorff
y Etzkowitz (Leydesdorff & Meyer, 2006), se especifican tres entornos de selección: 1) ge-
neración de riqueza (industria), 2) producción de novedad (academia), y, 3) control público
(gobierno). Las contribuciones empíricas a este punto de la triple hélice apuntan a la dirección
de "ecologías ricas": la construcción de equilibrios cuidadosos entre la diferenciación y la inte-
gración entre las tres funciones.
Así pues, el gobierno juega un papel relevante en el proceso de la innovación, ya que, mediante
sus estrategias, políticas y programas puede incentivar y estimular la innovación.
Con base en lo anterior, se entiende que el conocimiento surge a partir de las experiencias y
los instrumentos que aportan todos los que participan del proceso, en espacios de comuni-
cación específicos (talleres, redes, foros, etc.), eminentemente grupales. En estos espacios se
generan y difunden las respuestas organizacionales (sistémicas) como resultado de la síntesis
del trabajo colectivo (De León, 2007), tomando en consideración que esta nueva generación
y transmisión de conocimiento podrá explotarse, aprovecharse y expandirse en mayor grado
mediante la intervención del gobierno entre la interacción empresa–academia.
Mediante la interacción con diversos agentes se transmiten conocimientos relacionados con
la gestión empresarial, el uso de tecnologías, la interpretación de las situaciones de mercado
en que se desenvuelve la empresa, etc. La innovación genuina surge como un fenómeno
emergente del comportamiento de los actores, producto de una síntesis entre sus condiciones
estructurales específicas y su cultura, que se fundamentan en los valores y conocimientos con
que las enfrentan (De León, 2007). Dentro de estos valores, la problemática ambiental deberá
jugar un papel relevante para entender que la innovación puede favorecer en alto grado el de-
sarrollo sustentable mediante la transferencia de conocimiento.
Los desafíos que enfrentaría la humanidad, de acuerdo con la Asamblea General de la ONU,
implementados el 5 de junio de 1972 –instituido como el Día Mundial del Medio Ambiente–,
serían la degradación de los recursos naturales, la demanda creciente de energéticos, insumos
y alimentos y la polarización de la inequidad en la distribución del ingreso. Las propuestas de
solución a esos tres problemas hoy se siguen discutiendo. Sin embargo, en la práctica, las
soluciones se han enfocado, principalmente, en el aspecto económico: mejorar la innovación,
aumentar la productividad y reducir los costos así como la tasa de crecimiento poblacional
(Mesarovic y Pestel, en Ortiz Paniagua y Ortega Gómez, 2016).
De acuerdo con el Global Issues in Context (2013), los clusters son estructuras que favo-
recen la gestión del conocimiento y la innovación. El rol del Estado es fundamental para su
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