Page 35 - Transferencia de conocimiento y sistemas de innovación para el desarrollo sustentable
P. 35

TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO
                                                                      Y SISTEMAS DE INNOVACIÓN PARA EL
                                                                              DESARROLLO SUSTENTABLE


            innovación es una herramienta fundamental para el cambio social. Si se utiliza como una
            estrategia de acción responsable, puede ser muy útil para orientar el cambio positivo hacia
            sociedades con mejores condiciones de vida, incluso más allá del enfoque de la innovación
            social que propone la Comisión Europea (2012) y que retoma en México el Foro Consultivo
            Científico y Tecnológico (FCCyT) inspirado en las experiencias de otras partes del mundo
            –particularmente de la provincia canadiense de Quebec (FCCyT, 2016)– hacia los negocios
            con enfoque social, ya que su impacto puede ir más allá del enfoque de negocio rumbo al
            mejoramiento de las condiciones de vida, de la mano del logro de relaciones sociales más
            equitativas y con menor impacto ambiental.

            Desde diferentes ámbitos se asume, tanto implícita como explícitamente, que la innovación
            es  buena  cuando  tiene  buenos  resultados  en  el  tema  económico,  principalmente  desde  el
            enfoque de negocio, orientada a mejorar las ganancias o el posicionamiento competitivo de
            la organización. Sin embargo, la innovación vista con responsabilidad debería ser evaluada
            como buena o no dependiendo del impacto social que genere, es decir, si su impacto mejora
            el rendimiento económico de un negocio, pero ocasiona un deterioro de las relaciones sociales
            o de las relaciones del ser humano con el medio ambiente, entonces no podría ser una buena
            innovación y no debería fomentarse, ni mucho menos financiarse con recursos públicos.
            Por otro lado, si se observan innovaciones que, aunque no tengan gran impacto económico,
            pero mejoran las condiciones de vida de un grupo social en menor o mayor escala –con un
            cambio positivo que resulte en relaciones sociales más equitativas o en una relación de menor
            impacto con el medio ambiente–, debería ser reconocida como una innovación social de ma-
            nera general o, en particular, como una innovación ambiental, institucional, etc., según sea el
            aspecto específico al que se refiera.

            Esta visión de la innovación es consistente con el marco conceptual propuesto por Echeverría
            (2008) y las consideraciones que hace sobre la forma de medir y observar la innovación en
            diferentes contextos (principalmente a la innovación como producto o resultado). No obstante,
            también puede aplicarse a la innovación como proceso, en el que el criterio que guía la forma
            en que puede medirse y, al mismo tiempo, evidenciar si se trata de una innovación es el valor
            que genere, de tal forma que, si se trata de valor económico o empresarial, son aplicables los
            indicadores que se desprenden del Manual de Oslo, pero al hablar, por ejemplo, de innovación
            social, se considera como relevante en la medida en que se oriente a valores sociales (Eche-
            verría, 2008, p. 6), es decir, la innovación se clasifica en función del tipo de valor que genere.

            Podría hablarse, así, de innovación cultural, social, ambiental, y económica, entre otras, con la
            presencia de innovaciones que generen más de un tipo de valor y que, por lo tanto, se conside-
            ren como mixtas, y visualizar diferentes tipos de innovación social –como la equidad de género
            y el empoderamiento de grupos vulnerables– o diferentes tipos de innovación económica como
            en comercialización o en producto.

            De acuerdo con esto, habrá diferentes formas de observar y medir la innovación, ya sea cuan-
            titativa o cualitativamente, según el valor que generen, por ejemplo, como lo señala Echeverría
            (2008, p. 610). Hay valores sociales que pueden ser medidos en escala comparativa, ya que
            “tras una determinada acción que tiene impacto social, es posible dilucidar si, como conse-
            cuencia de dicha acción, el bienestar o la calidad de vida de amplios grupos de personas ha
            mejorado o no”. La distinción de diversos tipos de valores ofrece un marco conceptual para





                                                                                                              33
   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40