Page 104 - Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
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diversos recursos interpersonales, como una relación emocional estable con al menos uno de   95
                  sus padres o con personas significativas con quienes han desarrollado algún vínculo afectivo,
                  esto en un ambiente educativo abierto, contenedor y con límites claros. Igualmente, con apoyo
                  social, así como modelos sociales que motivan el afrontamiento constructivo y responsabili-
                  dades sociales dosificadas y competencias cognitivas, características temperamentales que
                  favorecen un afrontamiento efectivo (por ejemplo, la flexibilidad). También, han vivido expe-
                  riencias de autoeficacia, autoconfianza y tienen una autoimagen positiva; asimismo, asignan
                  significación subjetiva y positiva al estrés y al afrontamiento, de acuerdo con las características
                  propias de su desarrollo y tienen un afrontamiento activo como respuesta a las situaciones o
                  factores estresantes (Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla, 1996).

                  Aun así, vale destacar que en futuros estudios se pueden evaluar otras características vincu-
                  ladas con la relación familiar, con los amigos y con el medio externo, ya que un considerable
                  número de adolescentes, principalmente hombres, no consiguió un porcentaje tan alto el fac-
                  tor empatía, elemento esencial en la resiliencia debido a que se vincula con la habilidad para
                  ponerse en el lugar del otro. La empatía, en otras palabras, es el esfuerzo realizado para reco-
                  nocer y comprender los sentimientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias
                  que afectan en un momento determinado.
                  Al respecto, Wolf et al. (2015) mencionan que las mujeres en una situación estresante se
                  vuelven más empáticas y menos egoístas, a diferencia de los hombres, quienes son menos
                  capaces de entender las emociones y las intenciones de los demás.

                  En concordancia con esta idea, cabe recalcar la observación de Ryan (1989), quien apunta
                  que mientras los niños realizan más actividad física, las niñas tienen respuestas más emocio-
                  nales y comportamientos de búsqueda de apoyo social. Aunado a esto, Verduzco (2004) indi-       Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
                  ca que las hembras tienen más esfuerzo de enfrentamiento de solución de problemas, lo cual
                  coincide con el presente estudio, en el cual se ha encontrado un mayor número de mujeres
                  con el factor empatía desarrollado.

                  Por último, en torno al desempeño académico y los factores resilientes, no se encontró una
                  asociación entre estas dos variables, pues al inicio de los cursos y en el último grado obtienen
                  buenas calificaciones.
                  En síntesis, se puede afirmar que los hallazgos encontrados son importantes porque brindan
                  un panorama amplio al profesional de enfermería para intentar comprender en los adolescen-
                  tes las características resilientes, las cuales pueden actuar como factores protectores ante
                  riesgos tanto físicos como mentales. La resiliencia, en definitiva, favorece el desarrollo de una
                  buena salud mental y psicológica y reduce el estrés, causante de casi todas las problemáticas
                  que puede atravesar un adolescente en su desarrollo a nivel individual y social.
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