Page 127 - Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
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118     Serrano-Gómez (2005) hace referencia al riesgo de que terminen en prisión y además ejer-

                  zan violencia, aquellos niños socialmente más desfavorecidos. (p.7).

                  Frente al problema de criminalidad en los adolescentes, Acosta (2010) nos refiere, que es
                  necesario fortalecer a todos los actores, incluso a los adultos responsables de acompañar
                  a los adolescentes en su proceso de socialización. Además, se requieren políticas socia-
                  les complementarias a las de seguridad, orientadas a disminuir los abusos a los que está
                  sometida esta población. Entonces, son la familia, la sociedad y el Estado los correspons-
                  ables de ofrecer oportunidades a los y las adolescentes que brinden herramientas necesar-
                  ias para avanzar en la vida. (Acosta, 2010).


                  Como aporte de esta sección podemos destacar que los jóvenes son los que más cometen
                  actos violentos y son las principales víctimas de los actos violentos.

                  Especialmente los varones. Esa es una razón de peso, es la población más afectada por
                  la violencia, no solo en América Latina, sino en todo el planeta. Entonces, es con los con
                  quienes tenemos más oportunidades de corregir el problema y de prevenirlo a largo plazo
                  que cuando trabajamos con personas en edad adulta, ya han aprendido conductas violen-
                  tas.


                  Mientras más temprano intervengamos a la población juvenil, mejores efectos a largo plazo
                  tendremos. A eso le podríamos sumar un tercer elemento y es que los jóvenes son las per-
                  sonas que están en mejor capacidad de producir económicamente para sus familias. Ellos
                  son las personas más afectadas por la violencia, porque quedan desvalidos de por vida o
                  porque fallecen, eso va a presentar para sus familias un problema económico fuerte que lleva
                  a un espiral de pobreza.

                  Eso, naturalmente, se tiene que complementar con mayor acceso al empleo y a la edu-
                  cación, pero cercenar esa cascada de violencia nos da oportunidad de que estos jóvenes
                  puedan hacer algo más fructífero para sus sociedades.




                       La legitimación de una legalidad inestable y cultura de la violencia en las


                                             juventudes norteñas de México.




          Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
                  Según Almada (2008) El flujo migratorio derivado del proceso de industrialización en el esta-
                  do de Chihuahua, diría:
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