Page 137 - Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
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128     Moscovici (1993) nos indica que;






                             En los diálogos e interacciones de la comunidad y su contenido po-
                             tencial utilizado para representar objetos; el conocimiento popular
                             se convierte en “themata canónicos” que animan a las personas a
                             su búsqueda cognitiva y a formular una representación social, al co-
                             mentar acerca de tópicos como la pelea entre cárteles de narcotraf-
                             icantes, la violencia en las calles y tematizar o adjudicar cierto arre-
                             glo de palabras a este hecho genera una incidencia en el modo de
                             percepción de quienes lo observan y, escuchan se generan nuevos
                             “thematas canónicos (Moscovici,1993, p.3).





                  El narcocorrido surge al narrar en forma de crónica popular estos eventos y su impacto en
                  la sociedad. Este fenómeno empezó justo al terminar la revolución mexicana: “La economía
                  mexicana indudablemente ha lucrado por medio informal de este negocio desde más o
                  menos 1920” (Astorga, 2005), ya que el principal consumidor de estos narcóticos es Esta-
                  dos Unidos. De ahí surge la tradicional tensión política y social latente en esta área y que ha
                  sido asunto de inspiración por más de cien años a los tradicionales corridos mexicanos ref-
                  erentes a migración y conflictos de fronteras (vemos un gran número de corridos inspirados
                  en Pancho Villa), quienes los componían y escuchaban son grupos marginales; personas de
                  clase trabajadora que se expresan en oposición a los intereses culturales de la clase domi-
                  nante.

                  Para Astorga (2005) Hay que conocer mejor las condiciones históricas de posibilidad de esa
                  producción simbólica, así como la distribución social y características sociológicas de con-
                  vertidos, fanáticos, amateurs y censores. (Astorga, 2005).


                  Luis Astorga en Mitología del Narcotraficante en México (2005) aporta que: “Más allá del
                  éxito de estas canciones de la frontera, se observa que el narcocorrido influye en el compor-
                  tamiento de la población en base a estos productos” (Astorga, 2005).

                  Para Astorga (2005), aumenta un sentimiento negativo y cierta resistencia a todo aquello que
                  se ha visto como símbolo de dominación proveniente del norteamericano, ya sea desde las
                  industrias, las autoridades de migración o el conjunto de valores culturales que caracterizan
          Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
                  a la sociedad americana.


                  Astorga (2005) considera que existe un soñado deseo de adquirir los recursos materiales
                  que representan a esa sociedad. Por primera vez, la historia del cultivo de drogas en esta
                  región se integra a patrones culturales por el hecho que se crea la idea en la mentalidad de
                  las comunidades rurales de que el tráfico es el recurso primario de subsistencia, trayendo
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