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La muerte y la religión 37

El estudio de la muerte y la religión resulta muy relevante en todas las culturas, de aquí se
refleja ampliamente la visión del mundo y, en este caso, su tarea esencial, se desvirtúa en
parte por la concepción del paradigma posmoderno, y por la consciencia de que el trabajo
es peligroso, en sí, el narcotraficante vive con la muerte al lado, y de una manera temeraria
la desafía en relación a las letras del movimiento alterado, cuando hace referencia a ella, no
se interesa en prepararse para enfrentarla, se le restringe en su papel de la vida, se podría
decir que se llega a despreciar y a ponerla en segundo lugar, el objetivo entonces es vivir
unos días rico que muchos pobre.

Al reducir las expectativas ante la vida, se gana arrojo ante los peligros, y en lugar de evitar la
muerte, se la enfrenta con sarcasmo, al igual que dice la canción popular mexicana La Val-
entina “Si he de morir mañana, que me maten de una vez”. Ya no hay entonces una muerte
‘correcta’ sino la de perseguir el aquí y el ahora, el dinero y el poder, aunque sea momentá-
neo. En el corrido alterado denominado “Calaveras Chino Ántrax” del grupo los Buchones
de Culiacán se expresa parte de la cosmovisión de los narcotraficantes respecto a la religión
y la muerte:

Respeto a los santos, no soy sacrilegio
Empuño mis armas, rezo y después pienso
Cuántos he matado la cuenta no llevo
Sé que son bastantes y no me arrepiento Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
La muerte me admira y yo la respeto.

Por su parte en la canción “La muerte de Cris Castro” del intérprete “El Komander” se indi-
ca lo siguiente referente al credo y cosmovisión religiosa y del concepto vida-muerte:

Madrecita no llores mi muerte
Viejón no te agüites recuérdame alegre
Si diosito me llevo a su lado
Mi destino ya estaba marcado
Dios me tenía un lugar reservado
Nadie en la tierra ya pudo evitarlo
En mi tumba derramen Buchannan’s
Que se oigan corridos y tiren balazos
Pa que sepan que fui muy alegre.
Que toquen canelos de Durango
Que toquen la canción de la lluvia.

Que yo desde el cielo la estaré escuchando.