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ESTRATEGIAS ORGANIZACIONALES E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

ordenadores y periféricos) y su efímera vigencia (por lo general, menos de tres años) han dado
lugar a problemas importantes en torno a los residuos generados.

Tan solo en la Unión Europea anualmente se desechan más de 100 millones de teléfonos celu-
lares que se acumulan en las casas junto a sus baterías y cargadores, dentro de los cuales se
hallan materias primas tan valiosas como el oro, la plata o el cobre, pero también tan perjudi-
ciales como el plomo, el cadmio y otros que requieren ser reciclados de forma segura, para lo
cual la mayoría de los países ni siquiera cuenta con una normatividad (Gómez, 2014).

Los efectos más dañinos a largo plazo sobre en el medio ambiente son probablemente los
relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En la Unión Europea se
estima que las TIC son responsables de 10 % del consumo total de electricidad y de 4 % de
las emisiones de CO .
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De acuerdo con Qmee, aplicación de medición en línea (Pérez, 5 de agosto de 2013), cada mi-
nuto se suben a Youtube 72 horas de nuevos videos alrededor del mundo, se realizan más de
2 millones de búsquedas en Google, se envían 204 millones de correos electrónicos, se com-
parten 350 GB de información a través de Facebook y se envían más de 278 000 tuits; todo
ello con el correspondiente consumo energético y las consecuentes emisiones de monóxido
de carbono. Pero mucho de este gasto energético puede reducirse muy significativamente si
tan solo se evita dejar conectados todo el día los aparatos electrónicos recargables, y si se
desactivan cuando no se están usando el wifi o el bluetooth, lo cual aumenta la vida útil de las
baterías. Esto, en pocas palabras, significa que no son las tecnologías, sino los usuarios los
responsables del daño medioambiental generado. 9

Ahora bien, en cuanto a los efectos de segundo orden sobre el uso de las TIC y su relación con
la sostenibilidad ambiental, estos parecen ser más positivos, lo cual se puede verificar en dos
áreas principales. La primera es la desmaterialización, es decir, el desplazamiento de bienes
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físicos por bienes virtuales (por ejemplo, dejar de usar papel, realizar videoconferencias en vez
de viajes, etcétera).

Las iniciativas lideradas por la GeSI estiman que los ahorros acumulados en emisiones de
gases de efecto invernadero atribuibles a la reducción de materiales y la introducción de “siste-
mas inteligentes” deben ser sustancialmente mayores que las emisiones adicionales resultan-
tes de los efectos de primer orden, descritos anteriormente (GeSI, s. f.).

9 El proyecto GREEN TIC, financiado por el instrumento financiero LIFE, de la Unión Europea, está coordinado por la Fundación
Patrimonio Natural de Castilla y León, y tiene como socios a la Fundación San Valero (Aragón) y al Ayuntamiento de Logroño
(La Rioja). Con tres años de duración, el proyecto tiene como objetivo principal demostrar y cuantificar el gran potencial de las
TIC para reducir las emisiones de CO en el planeta, tanto reduciendo su propia huella de carbono mediante la promoción de
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un mejor y más inteligente uso de las TIC como a través de una campaña de sensibilización sobre la contribución de estas tec-
nologías para conseguir mejores servicios medioambientales.
10 También referida como virtualización. La virtualización consiste en crear un recurso físico único para los servidores, el alma-
cenamiento y las aplicaciones. La virtualización de servidores permite el funcionamiento de múltiples servidores en un único
servidor físico. Esto ayuda a reducir la huella de carbono del centro de datos al disminuir el número de servidores físicos y con-
solidar múltiples aplicaciones en un único servidor con lo cual se consume menos energía y se requiere menos climatización.
Además, se logra un mayor índice de utilización de recursos y ahorro de espacio.

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