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ESTRATEGIAS ORGANIZACIONALES E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
Esta línea de swap fue empleada por el Banco de México para intentar frenar la devaluación del
peso; sin embargo, los esfuerzos fueron en vano, ya que la moneda cerró el año con una pari-
dad de 6 pesos por dólar, lo que provocó pánico en la BMV, que contagió a otras bolsas del
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mundo con el “efecto tequila”. Por otro lado, las autoridades mexicanas también comenzaban
las negociaciones para un acuerdo con el FMI y exploraban otras alternativas de apoyo con el
Departamento del Tesoro de Estado Unidos (Ramírez, 1995).
A finales de enero de 1995, el presidente Clinton, convencido de que la ayuda a México evi-
taría una desestabilización del sistema financiero internacional y frenaría una masiva salida de
emigrantes mexicanos, anunció que usaría una prerrogativa del Ejecutivo: el Fondo para la
Estabilización Cambiaria (ESF) para apoyar a México con un préstamo de 20 000 millones de
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dólares, a lo que se sumaría la ayuda del FMI de 17 800 millones de dólares, Canadá con 1000
millones de dólares y préstamos por parte del Banco Mundial y del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) de 3000 millones de dólares (GAO, 1996). Al final, la mayoría de los préstamos
se usaron para frenar lo que pudo haber sido una drástica acción de las autoridades mexica-
nas, como la de anunciar una moratoria del pago de la deuda a corto plazo o la imposición de
barreras al comercio y a los capitales.
El apoyo recibido de Estados Unidos y del FMI fue esencial para el rescate de la economía
mexicana, de modo que se puede afirmar que fueron la única ayuda capaz de otorgar a Mé-
xico el apoyo necesario en el momento adecuado. Incluso, en la crisis mexicana de 1982 y las
crisis financieras de finales de los noventa en el sureste asiático y Rusia, y a principios de este
siglo en Argentina, el gobierno de Estados Unidos no intervendría tan enérgicamente como lo
hizo en la crisis de México en 1994-1995.
El compromiso político de Estados Unidos, y en menor medida del FMI, por rescatar a México
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se convirtió en una prioridad. La ayuda que pudo proporcionar el TLCAN para la recuperación
de la crisis mexicana fue de gran relevancia debido a que facilitó algunos créditos que ayudaron
a menguar la situación; de hecho, gracias al tratado se garantizó la entrada de las exportacio-
nes mexicanas al mercado estadounidense, aunque existen algunos argumentos que indican
que el TLCAN pudo haber contribuido a la crisis.
Por eso, se cree que si se hubiese negociado una mayor vigilancia a las regulaciones finan-
cieras, se hubiera podido haber evitado la crisis. De acuerdo con Hufbauer y Schott (2005),
esto hubiera causado una crisis diplomática, en el sentido de que tanto Canadá como Mé-
xico hubieran rechazado rotundamente una intervención en las finanzas nacionales. Incluso,
bloques regionales más profundos como la Unión Europea no mantuvieron un sistema de
vigilancia macroeconómica hasta el tratado de Maastricht en 1992, por lo que un sistema
similar en una zona de libre comercio como la del TLCAN se presentaba poco probable (Hu-
fbauer y Schott, 2005). En este sentido, el tratado, más que un problema, se convirtió en un
aliado, ya que sin su existencia las acciones tomadas por Estados Unidos y el FMI hubiesen
sido diferentes y no tan inmediatas.
17 A principios de 1994 el peso tenía una paridad aproximada de 3 pesos por dólar.
18 ESF son las siglas en inglés de Exchange Stabilization Fund.
19 La responsabilidad del FMI, en este caso, consistió en un conjunto de reformas estructurales que se implementaron en el país, las
cuales en principio se consideraron ejemplares para el resto de los países en vías de desarrollo, aunque finalmente fracasarían.
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