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ESTRATEGIAS ORGANIZACIONALES E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

son cada vez más conscientes del deterioro ambiental y de todas las normas incluidas en los
documentos de la Organización de Naciones Unidas creados para promover el desarrollo sus-
tentable, los cuales se han integrado en la agenda 2030, y cuyo antecedente inmediato es el
documento de los objetivos del milenio.

Ahora bien, aunque no nació de él, el concepto responsabilidad social empresarial está íntima-
mente ligado al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), creado en
1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en respuesta a las recomendaciones
que surgieron en la conferencia de la ONU sobre medio ambiente humano, celebrada en Esto-
colmo ese mismo año. Este programa surgió con el propósito de alcanzar una serie de obje-
tivos en el ámbito del medio ambiente, los cuales comenzaron a ser de interés internacional a
principios de los años 70. La sede central del PNUMA se ubica en Nairobi (Kenia) y su órgano
rector es el Consejo de Administración, integrado actualmente por 58 países.

La tarea del PNUMA es analizar de forma continua la situación del medio ambiente a nivel
mundial y proteger el equilibrio ecosistémico planetario para las generaciones actuales y fu-
turas. En este sentido, el programa intenta garantizar que los problemas medioambientales
globales reciban la atención adecuada y sean abordados por la comunidad internacional en
forma concertada y equilibrada. Este es el órgano encargado de liderar los esfuerzos de pro-
tección del medio ambiente, fomentar la conciencia ecológica y promover que otras agencias
del sistema de Naciones Unidas, gobiernos del mundo y organizaciones no gubernamentales
trabajen a favor de la conservación del medio ambiente. Aunque de alcance global, la mayoría
de las actividades de este programa están diseñadas para ayudar, principalmente, a los países
subdesarrollados o en vías de desarrollo, pues son los que carecen de los medios apropiados
para enfrentar por sí mismos los problemas medioambientales.

El PNUMA, además, desempeña un papel protagonista en la promoción de convenciones
internacionales y regionales sobre una gran diversidad de temas: la conservación de la vida
salvaje, el transporte y la eliminación de residuos peligrosos, la seguridad en los experimen-
tos biotecnológicos, la lucha contra la desertificación, la protección de los océanos contra la
contaminación, los efectos del cambio climático y la protección de la biodiversidad. Para la su-
pervisión de estos y otros temas, el PNUMA cuenta con Earth Watch, un sistema de vigilancia
medioambiental a nivel mundial para la prevención de crisis medioambientales.
Ahora bien, luego de la inserción de los temas medioambientales, la agenda del PNUMA ha
continuado acrecentándose gracias a los trabajos de la Comisión Brundtland, la cual, en res-
puesta a las escalofriantes conclusiones del primer informe Meadows (Los límites del creci-
miento), se avocó afanosamente al intento de reconciliar los principios básicos de la economía
de mercado con las nuevas exigencias medioambientalistas y sociales, las cuales paulatina-
mente fueron constituyendo la agenda del desarrollo sustentable, definido en ese entonces
como todas aquellas estrategias de desarrollo que los países pudieran implementar para resol-
ver los problemas de su aprovisionamiento para el desarrollo sin afectar la calidad de vida de
las generaciones futuras. 3

3 Para una revisión más completa del tema del desarrollo sustentable, se pueden consultar los trabajos de Sarquís et al (2015).
LOS dATOS dE ESTA ObRA SE dEbEN INCLuIR EN LAS REFERENCIAS.

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