Page 42 - La investigación en instituciones de educación superior en México
P. 42
En la segunda parte se desarrollan las dos dimensiones de un buen docente ya menciona-
das, donde se incluyen y desglosan sus componentes. La dimensión pedagógica muestra
los aspectos pedagógicos y didácticos en los que se sustenta el proceso de enseñanza. La
dimensión ética da cuenta de la importancia que tiene la práctica del cuidado en el proceso
educativo, la cual se traduce en la ayuda y el apoyo que puede brindar el docente a los alum-
nos a, así como el conjunto de actitudes y valores éticos inherentes a esta práctica.
En la tercera y última parte se presentan algunos lineamientos generales para la futura forma-
ción de los pedagogos y educadores sociales elaborados con base en los resultados obteni-
dos de la encuesta.
lA étIcA DEl cuIDADO EN lA EDucAcIóN
Uno de los referentes teóricos básicos de esta investigación es la ética del cuidado en edu-
cación elaborada e impulsada por Nel Noddings (2009): una propuesta de educación moral
y pedagógica enfocada a desarrollar en los alumnos la práctica del cuidado con los otros y
consigo mismos.
Pero antes de entrar de lleno con la propuesta de Noddigns (2009), es importante abordar el
significado que tiene la noción de cuidado; “El cuidado incluye sentimientos de preocupación,
responsabilidad y afecto, así como el trabajo de atender las necesidades de una persona”
(Cancian y Oliker, 2000, p.39 cita en Durán Palacio, 2015,p16 ). En el ámbito educativo, mien- La investigación en instituciones de educación superior en México
tras tanto, el cuidado (caring en inglés) se concibe como “el compromiso a prestar atención y
la disposición a responder de modo favorable a las legítimas necesidades del otro” (Noddings,
1995, cita en Weis, 2007, p. 30)
Ahora bien, años antes de la aparición de la obra de Noddgins (2009), Carol Gilligan, autora
pionera de la ética del cuidado, publicó In a Different Voice. Psychological Theory and Wo-
men’s Development (1982). En esta obra, Gilligan (1982) concibe al cuidado y a los aspectos
que comprende como dimensiones de la moral que no habían sido reconocidas con anteriori-
dad, debido al predominio de la concepción dominante que la entiende en términos de justicia
y no de apoyo o ayuda al otro. En consecuencia, una vez realizado este movimiento, la autora
afirma que el cuidado como práctica moral ha sido desarrollado de manera cotidiana por las
mujeres a lo largo de la historia. Y va más allá al especificar que no es una facultad exclusiva
del género femenino, sino que es una dimensión moral inherente a todo ser humano.
Nel Noddings (2009) recupera los planteamientos centrales de la visión de la ética de Giligan
(1982) para elaborar y desarrollar la ética del cuidado en el ámbito educativo. Al respecto
destaca que la autora parte de una crítica a la estrategia de educación moral centrada en la
formación del carácter mediante la inculcación de valores y virtudes porque considera que la
moral no es producto de la persuasión, sino del resultado de la experiencia del cuidado en la 22
propia persona (Noddings, 2009, pp.19-30).