Page 92 - La investigación en instituciones de educación superior en México

Lo anterior se debe a que los estereotipos de género se encuentran simbolizados de modo
excluyente y antagónico. El maniqueísmo con que fueron tratados los asuntos femeninos y la
cotidiana sumisión con la que se trató a la mayoría de las mujeres durante el siglo XIX y antes,
continúa en el siglo XXI, incluso se ha acentuado en la presente administración.

Si bien se han logrado avances como resultado de las presiones que ejercieron parte de los
habitantes de esta entidad en cuanto a género, tales como el matrimonio igualitario, la inclu-
sión y otros tantos logros, los cuales, en teoría, son significativos e impactan a nivel nacional, la
praxis indica que solo en el papel se aguanta todo, en tanto que en la cultura se hace énfasis
en los estereotipos. Y dentro de ese tipo de representaciones, se aprecia la ausencia de mu-
jeres reales, su ocultamiento o limitación al hogar y su separación en los campos intelectuales
y laborales; situación permitida por ellas mismas, pero también por una maquinaria patriarcal
avasallante.
Muchos de los discursos relativos a este tema no han logrado la equidad de género porque
siguen subsumidos en la lucha por la igualdad, mas no por la equidad. Es decir, pareciera que
se quiere lograr un orden o estatus al que no se pertenece, una lucha contra el enemigo: el ser
humano, como si se quisiera sustituirlo, cuando existe un mundo diferenciado, lleno de simili-
tudes y de posibles acuerdos. Relacionarse con el otro, el distinto y diferente a mí, que no es
ni más ni menos que un complemento, permitiendo la integración mutua, construyendo en su
diversidad la equidad de género, es requerido.

Por ello, el propósito del presente trabajo fue describir, en primer lugar, cómo la cultura incide
en la equidad e igualdad de género, y en segundo, proponer un modelo de intervención huma-
nista que incida en la creación y legislación de iniciativas en el Congreso que beneficien la cul-
tura, la educación y, por ende, la igualdad y la equidad de género en el estado de Campeche. La investigación en instituciones de educación superior en México

En este contexto, el enfoque de género permite mostrar, por una parte, las contradicciones
entre los principios de la ciudadanía y la práctica de la desigualdad entre varones y mujeres, y
por la otra, una forma de “hacer política” que responde a una concepción restrictiva y exclu-
yente de la ciudadanía que ignora lo privado, es decir, lo que sucede al interior de los hogares
y la familia (Astellarra, 2005).

Es un hecho que las mujeres en la región han ampliado enormemente sus expectativas de rea-
lización con respecto a sus madres y abuelas. Sin embargo, aun cuando se ha incrementado la
participación de la mujer en el mercado del trabajo, se sigue hablando de una doble jornada, a
saber, el trabajo que se realiza en el ámbito del hogar y que, cabe subrayar, no es remunerado,
y el que se realiza en una institución pública o privada. Porque en la actualidad, en términos
sociales y culturales, el que las mujeres campechanas tengan un trabajo fuera de sus casas no
las exime de las responsabilidades domésticas.

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