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SISTEMAS DINÁMICOS URBANOS, INNOVACCIÓN Y TENDENCIAS EN LA GESTIÓN PÚBLICA
UNA ExPERIENCIA DE LA INVESTIGACIÓN EN ChIAPAS, MéxICO

Asimismo, los diversos elementos técnicos y metodológicos que facilitan el proceso educativo
y que superan las barreras del tiempo y el espacio, han ocasionado que sean cada vez más
las Instituciones de Educación Superior (IES) que incluyan en su oferta educativa programas
sustentados en las tecnologías de la información y la comunicación (García, 2012).

En México, la matrícula de educación superior que se integra con programas impartidos en
esta modalidad ha experimentado aumentos significativos de forma constante. De acuerdo a
la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2016), en los niveles educativos de Licenciatura Uni-
versitaria y Licenciatura Tecnológica, durante el ciclo 2013-2014, la modalidad sumó 392,787
alumnos inscritos. Para el periodo 2014-2015, la cantidad se amplió a 429,831. Finalmente,
en el ciclo que transcurre 2015-2016 la matricula estudiantil asciende a 497,646, es decir del
2013-2014 al 2015-2016 la matricula tuvo un incremento del casi del 79 %.
Cuadro 1. Matrícula estudiantil en programas impartidos en la modalidad a distancia

400,000

200,000

0
2013 - 2014 2014 - 2015 2015 - 2016

Alumnos matriculados

Fuente: elaboración propia
Tal crecimiento revela el sustancial aporte que esta alternativa instruccional realiza al siste-
ma educativo mexicano. Sin embargo, estas alentadoras cifras también contrastan con una
problemática que es compartida por la totalidad de las Instituciones ofertantes: el alto índice
de deserción escolar.

A nivel mundial, “El abandono que hace el alumno de una o varias asignaturas o programa
educativo a los que se ha inscrito, sin conseguir el grado académico correspondiente”(CIEES,
2008, p. 115) ha sido ampliamente estudiado, y se ha podido demostrar que la tasa de deser-
ción estudiantil es considerablemente mayor en los programas académicos a distancia que en
los programas tradicionales.

Para los cursos virtuales han sido documentadas tasas de deserción entre el 25 % y el 40 %,
comparadas con tasas del 10 % al 20 % para los cursos presenciales. Incluso, se han llegado
a reportar cifras de deserción que van desde el 70 hasta el 80 %.

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