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112 De manera que, ya no importa el futuro, en sí no se visualiza, “sólo el presente es relevante
y algo del pasado que conviva sin conflicto, la profunda relación entre los rasgos antes men-
cionados, constituye la materialización de un sistema socio cultural internacional nuevo, el
posmodernismo”(Jameson, 1992).
El posmodernismo se desarrolla entre la pretensión de consolidar la autonomía individual y
el logro de la determinación colectiva de los deseos humanos, Según Guevara (1994), es
resultado de la emigración, urbanización y masificación, fenómenos sociogeográficos de los
cuales emergen nuevas identidades culturales que se caracterizan por un marcado conteni-
do disidente y subversivo respecto a la cultura dominante, son contracultura, pues rechaz-
an abiertamente los valores considerados como esenciales por las clases dominantes que
tradicionalmente imperan cierta comunidad, fenómeno similar en su inicios se pudo verificar
en el caso de la Narcocultura y las comunidades en que fue incursionando, especialmente
en el norte de México, que en la actualidad cuenta con un escenario de aceptación en el
corazón y mente de los pueblos y ciudades, y está normalizándose mediante su avasallado-
ra influencia en las comunidades.
Rasgos posmodernos en la juventud
Según Touraine (1993), “La modernidad del pasado siglo XX desvirtuó en sistemas sociales
que acentuaron desencantos y ampliaron brechas sociales debido a cambios económicos y
profundas transformaciones” (Touraine, 1993; p.14).
Para Hall (1993) el posmodernismo o segunda modernidad, como modus vivendi psico-so-
ciocultural, es aún más “cultural” y de amplio espectro que el modernismo, una expresión
más intensa y, describe de la siguiente manera a esta tendencia:
Un capitalismo extremo, la formación del individualismo contem-
poráneo, des- institucionalización, cambio de dominantes “cultura-
les” como el debilitamiento de la historicidad, apertura a opciones de
“salida fácil” a grupos minoritarios, masificación y democratización,
polarización del sistema social: liberalismo o autoritarismo, frag-
mentación y pluralismo social, debilitamiento de viejas solidaridades
colectivas y de aquellas identidades concebidas como ‘bloques’
Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
emergiendo nuevas identidades, maximizando elecciones individ-
uales a través del consumo (Hall, 1993).
Frente a esta posición fuertemente económica existen otros autores como Lash (2002) para
quienes el posmodernismo no es más que una continuación de la modernidad y está con-
finado al ámbito de la cultura. “El posmodernismo es estrictamente cultural. Es sin duda una