Page 130 - LA INVESTIGACIÓN: CUANDO PARA RESOLVER UN PROBLEMA, ANTES HAY QUE CREARLO
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utilizar dicho recurso como herramienta de aprendizaje, situación que incuba posibles problemas de
               aprendizaje cuando se llega a la universidad, pues —de acuerdo con Vidal y Manríquez (2016)— en
               este nivel se asignan textos que exigen inferencias, razonar respuestas, elaborar juicios y argumentar
               en forma lógica y coherente.

               Por ello, diagnosticar los hábitos de estudio de los estudiantes que ingresan a la universidad repre-
               senta un primer paso para instrumentar acciones de mejora continua que incidan en la práctica de
               estrategias efectivas de aprendizaje. En este sentido, si bien los problemas de deserción, abandono
               y rezago escolar de los estudiantes matriculados en Educación Superior obedecen a múltiples fac-
               tores (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior [Anuies], 2003;    La investigación: cuando para resolver un problema, antes hay que crearlo
               Castañeda y Martínez, 1999; Castañeda y Ortega, 2002; Román, 2013), existe cierta coincidencia
               respecto a que tratándose de obstáculos que afectan al rendimiento escolar, inadecuados perfiles
               de ingreso, falta de hábitos de estudio y ausencia de procesos de autorregulación del aprendizaje, se
               identifican dentro de las causas principales, en donde la participación de los docentes universitarios
               juega un papel fundamental (Vidal y Manríquez, 2016).

               Desde las consideraciones anteriores, en este trabajo se describen los métodos y estrategias que
               emplean los alumnos cuando estudian. Para ello, se ha utilizado un test que identifica hábitos de
               trabajo de estudiantes de nuevo ingreso de las cinco licenciaturas ofertadas por la Facultad de Con-
               taduría y Administración, campus I (FCA, CI) de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). En
               concreto, se analizó el comportamiento de estudiantes pertenecientes a tres cohortes para identifi-
               car áreas de oportunidad presentes en la formación profesional, de modo que puedan ser atendidas
               mediante acciones de reestructuración curricular y capacitación sistemática del personal docente.
               Vale destacar que se tomaron como referencia las prácticas declaradas por la propia universidad,   129
               es decir, formar a profesionales de las áreas administrativas con un perfil de egreso que les permita
               pensar de forma crítica, creativa y autorreguladora, y que sean capaces de argumentar de manera
               oral y escrita, aplicando un pensamiento sistémico y complejo en la construcción de conocimientos
               y toma de decisiones (UNACH, 2016). Asimismo, ser capaces de aprender por cuenta propia y con
               la capacidad para relacionarse y comunicarse, analizar, sintetizar y evaluar las distintas situaciones
               (UNACH, 2015), lo cual se lograría suponiendo que dicho perfil se pueda construir a partir de las ne-
               cesidades que tratará de solucionar el profesional en el potencial mercado ocupacional, en el análisis
               disciplinario que puede enriquecer las soluciones de los problemas del entorno y en la investigación
               de la propia universidad respecto a las actividades que realizará (Díaz, 2011).

               Ahora bien, para cumplir el propósito planteado, el presente documento se ha elaborado siguiendo
               la estructura siguiente: luego de esta introducción, se ofrece la revisión de literatura, en la cual se
               desarrollan conceptos centrales del marco de análisis sobre hábitos y prácticas de estudio, conside-
               rados como actividad y actitud fundamental a lo largo de toda la vida de las personas, pues aun al
               finalizar los estudios escolares y ser un profesional, se deberá recurrir sistemáticamente a técnicas
               y hábitos de estudio que les permitan enfrentar exitosamente los retos que les planteará el ejercicio
               disciplinar, de ahí que deban desarrollar las competencias necesarias para “seleccionar, organizar,
               reelaborar, jerarquizar, reflexionar y valorar críticamente la información para transformarla en genuino
               y relevante conocimiento personal y social”  (Díaz y Hernández, 2010).
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