Page 198 - LA INVESTIGACIÓN: CUANDO PARA RESOLVER UN PROBLEMA, ANTES HAY QUE CREARLO
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Otras empresas en la búsqueda de la competitividad se enfocan en impulsar estrategias de dirección
               por competencias, con el propósito de atender y resolver el entorno altamente competitivo al que
               se enfrentan cada día (López, 2010). En muchos entornos se busca tener al personal adecuado que
               pueda manifestar una actitud competente y desarrollar sus habilidades en las diferentes situaciones
               que se presentan en la empresa (Ahumada, 2017).
               Esta preocupación también la comparten las instituciones de educación superior (IES), pues, según
               Barragán (2006), una de las metas y objetivos para medir la calidad de una institución académica
               y de quienes egresan es evaluar la capacidad de estos últimos para satisfacer la demanda social y
               del sector productivo. Asimismo, se ha evidenciado que el grado de satisfacción de un empleador      La investigación: cuando para resolver un problema, antes hay que crearlo
               de una empresa es directamente proporcional a la competitividad que alcanza dicha empresa con
               su personal directivo. Siguiendo la obra del mismo Barragán (2006), también para el Caceca uno de
               los criterios de calidad educativa es el programa de evaluación de resultados, impacto y vinculación
               de la institución.
               En un intento gubernamental de impulsar la competitividad empresarial a través de las IES, el Go-
               bierno de la República (Secretaría de Educación Pública [SEP], 2013) incluyó en el Plan Sectorial
               de Educación del Gobierno Federal 2013-2018 las líneas de acción 2.5.3: “Realizar periódicamen-
               te estudios, diagnósticos y prospectivas del mercado laboral para orientar la oferta educativa”, y
               2.5.4: “Crear un sistema de seguimiento de egresados para brindar información sobre las áreas de
               oportunidad laboral en los ámbitos nacional y regional”, ambas de la estrategia 2.5: “Fortalecer la
               pertinencia de la capacitación para el trabajo, la educación media superior y la educación superior
               para responder a los requerimientos del país”. Sin embargo, dichas acciones gubernamentales no
               se articularon con los sectores educativo ni empresariales.
               A su vez, en el ámbito universitario propio, el punto 1 del apartado III del Plan de Desarrollo Institu-  197
               cional 2015-2019 (UABC, 2015), relativo a la oferta educativa, señala que uno de los fines de mayor
               trascendencia social de la UABC “es la formación de profesionistas de alto nivel que impacten en la
               dinámica de su comunidad y promuevan su desarrollo” (p. 53), entendiendo como comunidad los
               tres sectores que la integran, entre los que se cuenta el sector empresarial.
               En este sentido, ha existido un interés relativo de investigación en estos tópicos universitarios, pues
               si bien es cierto que existen estudios genéricos (Llamas, 2010) que se han realizado sobre el segui-
               miento de egresados de los diversos programas educativos de la FCA de la UABC, no se encuentra
               uno en particular que analice un diagnóstico y seguimiento de los egresados de la Lic. en Contaduría,
               y menos aún uno que analice el impacto de estos profesionistas en el sector hotelero de la localidad.
               El más reciente de naturaleza similar, enfocado en general al impacto laboral de egresados universi-
               tarios, se realizó en el 2006 (Estrella y Ponce, 2016), y de ese año a la fecha el plan de estudios de
               esta carrera ha sido modificado en dos ocasiones.
               Es pertinente señalar que el interés de los autores de la presente investigación en conocer el impacto
               de los contadores precisamente en el sector hotelero nace del notable incremento que en los últimos
               años se ha dado en inversiones de dicho sector en Baja California.
               Datos de la Secretaría de Turismo de Baja California (2018) señalan que en el 2017 se realizaron 20
               proyectos hoteleros en el estado, con una derrama económica de más de 246 millones de pesos.
               Esta misma dependencia informó que a julio del 2018 se contaba con una oferta de 2773 habita-
               ciones, y que existía una expectativa fundada de inversión que apuntaba que al concluir el 2019 se
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