Page 73 - LA INVESTIGACIÓN: CUANDO PARA RESOLVER UN PROBLEMA, ANTES HAY QUE CREARLO
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La investigación: cuando para resolver un problema, antes hay que crearlo
mediante el incumplimiento de sus responsabilidades ciudadanas.
La observancia y obediencia de las normas jurídicas en toda la extensión de la palabra impactan en
las relaciones sociales, en la constitución y reproducción de la propia sociedad y en la de cada uno
de los individuos que se involucran entre sí. Por ello, la lógica nos lleva a deducir que en la subjetivi-
dad social existe la voluntad de los individuos en el acatamiento de la ley.
No obstante, entre la lógica social existen disyuntivas que nos llevan a pensar en un aparente caso
de inobservancia normativa, donde por un lado la misma sociedad demanda justicia y, por otro, aten-
diendo a esa demanda, permite que se viole la ley, casos que pueden presentarse frecuentemente
en la convivencia social; sin embargo, es ahí donde se debe presentar la gobernanza y la cultura
cívica más allá de la cultura de la legalidad, ya que el sistema jurídico se encuentra organizado y
coherente para lograr el funcionamiento óptimo de sus facultades legítimas.
El seno familiar, por supuesto, también es un elemento perpendicular en relación con la cultura de la
legalidad, ya que resulta excelente generador de respeto, valores, solidaridad, compromiso y empa-
tía basados en patrones, costumbres, ritos y vínculos que se dan entre las relaciones intersubjetivas
de sus miembros.
la OBeDIeNcIa De la NOrMa POr Parte Del SectOr eMPreSarIal
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En el estudio sobre la cultura de la legalidad se debe subrayar que este concepto atañe a toda la so-
ciedad, independientemente de la actividad económica que se realice. Así, cuando se hace referen-
cia a la cultura de la legalidad, se hace alusión a una sociedad cuyo compromiso ante la obediencia
y observancia de la ley es su modus vivendi, de ahí que se dé por entendido que la forma en la que
recibe sus recursos para la subsistencia es legítima y legal.
En la última década es cada vez más común ver negocios pequeños, de alimentos, de artículos va-
rios, de servicios, de telecomunicación, etc. Sin embargo, en México —según cifras del Inegi— hasta
el año 2018, la mayoría de las empresas (99.8 %) eran micro, pequeñas y medianas (mypimes), de
las cuales 42 % aportaban el producto interno bruto (PIB) y generaban 78 % de los empleos en el
país. Está claro que en materia económica el país no crecerá exponencialmente, aunque este es un
tema de estudio para otra área en la cual no somos expertos. Aun así, vale mencionar que el resto
de las actividades económicas son informales, panorama que se percibe más desalentador debido
a la falta de crecimiento y a las políticas económicas existentes.
Ahora bien, retomando nuestra línea de investigación, y siguiendo con los resultados de 2018 del
INEGI, se puede inferir que el resto de las actividades preponderantemente económicas informales
se llevan a cabo por individuos que carecen de cultura de la legalidad, lo que repercute de forma