Page 25 - IMPLEMENTACIÓN DE MEDIDAS DE INTERVENCIÓN EN PACIENTES DIABÉTICOS
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•  Los niveles de lípidos sanguíneos tienden a ser altos cuando el nivel de azúcar en la
                  sangre es elevado. Los niveles sanguíneos elevados de colesterol, sobre todo LDL y
                  triglicéridos aumenta el riesgo de infarto al corazón; fumar aumenta más el riesgo.

              •  La presión arterial alta es más común en las personas con diabetes que en el resto de
                  la población.

       El daño a los grandes vasos sanguíneos muestra muy pocos síntomas en una fase temprana, pero puede cau-
       sar: una lenta cicatrización de las heridas; una mayor dificultad para recuperarse de las infecciones; calambres
       en las piernas, los que pueden desaparecer cuando la persona descansa. Mareos, vértigos e incluso pérdida de
       conciencia por cambios en la presión al cambiar de posición (hipotensión ortostática).

       El tratamiento precoz de la hipertensión y del colesterol alto, así como de las enfermedades de los vasos sanguí-
       neos, puede ayudar a retardar o evitar problemas más graves.




       Disminución de la capacidad para combatir las infecciones

       El daño a los pequeños vasos sanguíneos producido por la diabetes dificulta el flujo de sangre hacia la piel. El
       alto contenido de azúcar en la sangre disminuye la capacidad del sistema que tiene el cuerpo para combatir las
       infecciones. En conjunto, estos problemas crean un alto riesgo de infecciones a las personas con diabetes. Las
       infecciones pueden ser en la boca, los pies, la vejiga, los órganos femeninos o en cualquier lugar donde haya
       una lesión de la piel. En la boca, pueden aparecer enfermedades de las encías y otros problemas dentales. Las
       infecciones pueden provocar problemas especialmente graves en los pies particularmente en los dedos.





       Recomendaciones para disminuir el riesgo de tener complicaciones crónicas:

              •  Mantener el nivel de glicemia dentro del rango normal. Importantes centros de investiga-
                  ción han demostrado que mantener el azúcar en la sangre lo más cerca posible de los
                  niveles normales, constituye una importante protección frente a las complicaciones de la
                  diabetes en el mediano y largo plazo. El autocontrol permite conocer el nivel de glicemia
                  en forma frecuente.

              •  En el diabético está especialmente indicado mantener la presión arterial bajo 130 mm Hg
                  de sistólica y 85 mm Hg de diastólica.

              •  Mantener el peso dentro del rango de normalidad. En personas con sobrepeso, se ha
                  observado que aún con bajas ligeras, por ejemplo de 4 kg, ya se observan cambios po-
                  sitivos en el control metabólico.

              •   Realizar medición por lo menos una vez al año de colesterol total, lipoproteínas de alta
                  densidad (HDL), LDL y triglicéridos.

              •  No fumar

              •  Realizar actividad física diariamente (por ejemplo caminar 30 minutos diarios) para ayu-
                  dar a la circulación.



                IMPLEMENTACIÓN DE MEDIDAS DE INTERVENCIÓN EN PACIENTES DIABÉTICOS



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