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Esquema teórico 77
Aprendizaje
En un sentido amplio, se puede afirmar que el aprendizaje es un proceso de adaptación que
surge de cualquier experiencia (buena o mala) vivida en cualquier parte. El aprendizaje, por
tanto, se puede definir como un cambio relativamente permanente en el comportamiento, las
estructuras mentales, los sentimientos, las representaciones, el significado de la experiencia,
etc., que refleja la adquisición de conocimientos o habilidades a través de la experiencia, lo
cual puede incluir el estudio, la instrucción, la observación o la práctica.
Ausubel (1983) plantea que el aprendizaje depende de la estructura cognitiva previa (concep-
tos, ideas) que se relaciona con la nueva información, de ahí que sea indispensable conocer
no solo la cantidad de información que posee el estudiante, sino también cuáles conceptos y
proposiciones maneja, así como el grado de estabilidad de estos. Los principios de aprendi-
zaje propuestos por Ausubel ofrecen el marco para el diseño de herramientas metacognitivas
que permiten precisar la organización de la estructura cognitiva del educando, lo cual sirve
para orientar una labor educativa que no se desarrollará tomando como referencia “mentes en
blanco”, sino conocimientos previos que se deben considerar para planificar las actividades.
Ausubel (1983) resume su premisa en el siguiente epígrafe de una de sus obras: “Si tuviese
que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría este: el factor más im-
portante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese
consecuentemente” (p. 112).
Evaluación educativa Investigando nuestra propia práctica; una estrategia de formación y conocimiento
Antes de empezar a “medir” cualquier tipo de conocimiento adquirido, es esencial que se
precise el significado de términos como evaluación y calificación. El concepto de evaluación,
en principio, es una acción inherente a toda actividad humana deliberada, por lo que debe
ser sistemática, ya que su objetivo es establecer el valor de algo, mientras que la calificación
se refiere a la valoración de la conducta de los estudiantes (calificación escolar). Calificar, por
tanto, es una acción más restringida que evaluar. La calificación es la expresión, cualitativa o
cuantitativa, del juicio de valor emitido sobre la actividad y logros del alumno. En este juicio
de valor se suele expresar el grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y
habilidades del alumno como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o proceso.
Tradicionalmente, la evaluación se ha venido aplicando casi con exclusividad al rendimiento de
los alumnos o a los contenidos referidos a conceptos, hechos, principios, etc., adquiridos por
ellos en los procesos de enseñanza. Pero a partir de la década de 1960 la evaluación se exten-
dió a otros ámbitos educativos para medir las actitudes, las destrezas, los programas educati-
vos, los materiales curriculares didácticos, la práctica docente, los centros escolares e incluso
la propia evaluación. Esta extensión de la evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados