Page 113 - LA INVESTIGACIÓN: CUANDO PARA RESOLVER UN PROBLEMA, ANTES HAY QUE CREARLO
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La investigación: cuando para resolver un problema, antes hay que crearlo
El estrés académico se considera una reacción emocional cuya intensidad sobre el estudiante se
vincula con diversos factores psicosociales. El estrés académico se define como una reacción de ac-
tivaciónn fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos (Berrío
y Mazo, 2011), es decir, aquel que sufre cualquier estudiante universitario debido a las exigencias y
responsabilidades que tiene que afrontar, asíí como a la sobrecarga de trabajos en definidos lapsos
de tiempo.
Las exigencias académicas universitarias son más acentuadas que las enfrentadas por los estudian-
tes de bachillerato; así son reconocidas en diversas indagaciones por los propios jóvenes, quienes
opinan que es uno de los factores que más generan estrés, particularmente debido a la presión de
los exámenes (Casuso, 2011). El enfrentarse a la vida universitaria puede ocasionar en los alumnos
situaciones estresantes y de difícil manejo, lo cual se acentúa cuando se deben enfrentar a situa-
ciones como separarse de la familia y los amigos, reducir las actividades de la vida diaria, disminuir
las horas de descanso y aumentar las responsabilidades (Casuso, 2011). Lo anterior puede desen-
cadenar en nerviosismo, tensión, cansancio, agobio, inquietud y otras sensaciones como la presión
escolar o laboral, e incluso miedo, temor, angustia, pánico, afán por cumplir con las actividades pro-
gramadas, vacío existencial e incapacidad para afrontar las exigencias de la vida cotidiana (Berrío y
Mazo, 2011).
Estos factores disminuyen el rendimiento y la estabilidad emocional de los estudiantes, lo que puede
generar falta de ánimo para continuar en los estudios, desencadenar una sintomatología ansiosa y
depresiva y, en casos extremos, adicciones, problemas psicológicos e incluso el suicidio (Celis et al.,
2001; García-Ros et al., 2012; Martín, 2007).
112 Debido a lo indicado, es esencial medir el estrés universitario, ya que muchos alumnos no logran
adaptarse a ese nuevo estilo de vida. En un estudio realizado en el año 2002 en La Habana (Cuba),
se encontró que la mayoría de los estudiantes de medicina (69.2 %) presentaban niveles vulnerables
de estrés (Polo, Hernández y Pozo, 1996). Estos autores reportaron que los eventos generadores
de estrés fueron la sobrecarga académica (86.6 %), la falta de tiempo para cumplir con las tareas
académicas (76.1 %), la presentación de exámenes (71.4 %) y la elaboración de trabajos obligatorios
(42.8 %). Estos resultados coinciden con los reportados para otras universidades; por ejemplo, en
estudiantes de medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú), las principales
situaciones generadoras de estrés fueron la sobrecarga académica, la falta de tiempo para cumplir
con las actividades académicas y la realización de un examen (Navarro y Romero, 2009).
Otro estudio efectuado en Canadá reportó que 80.3 % de los estudiantes de psicología y del área
de la salud presentaron niveles entre moderados y severos de estrés, 23.8 % ansiedad y 39.5 % sin-
tomatología depresiva de moderada a grave (Othman, Ahmas, El-Morr y Ritvo, 2019). Asimismo, en
otra investigaciones llevada a cabo con estudiantes de odontología de una universidad en Cartagena
(Colombia) se encontró que 45.4 % de los estudiantes padecían de estrés, 37.4 % de ansiedad y
56.6 % de sintomatología depresiva (Arrieta et al., 2011). Algunos de los factores asociados a cada
una de esas sintomatologías fueron la falta de apoyo de los amigos, la disfunción familiar, las dificul-
tades económicas y el escaso tiempo para descansar.