Page 115 - LA INVESTIGACIÓN: CUANDO PARA RESOLVER UN PROBLEMA, ANTES HAY QUE CREARLO
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La investigación: cuando para resolver un problema, antes hay que crearlo
Como se puede apreciar, el estrés académico reportado en los estudios de la tabla 1 se vincula con
un currículo sobrecargado, sistemas de evaluación (exámenes y exposición de temas), sobrecarga
de tareas, razones económicas, entre otras causas.
Por otra parte, en múltiples estudios se evidencia que el mayor porcentaje de estudiantes que pade-
ce estrés académico es de nuevo ingreso (Bouteyre, Maurel y Bernard, 2007; Park y Adeler, 2003;
Tao, Dong, Pratt, Hunsberger y Pancer, 2000). Como se mencionó anteriormente, las actividades
universitarias exigen cambios en el ritmo de vida que pueden aumentar el riesgo de padecer estrés.
Igualmente, cabe mencionar que muchos de estos problemas asociados al estrés se presentan en
países del tercer mundo, donde los estudiantes tienen que lidiar con diversos factores psicosociales
(problemas económicos, violencia social y familiar, necesidad de trabajar para pagar sus estudios,
etc.) que pueden afectar su salud y, por tanto, su rendimiento académico. En efecto, el estrés es un
padecimiento que ocasiona cambios fisiológicos que pueden perjudicar las estructuras cerebrales
relacionadas con las funciones cognitivas y emocionales (Sapolsky, 2004), lo cual puede ocasionar
agotamiento físico, mermar el rendimiento académico, entre otros (Castillo et al., 2014; Lupien et al.,
2009; Siqueira-Drake, Hafen, Rush y Reisbig, 2012).
Explicado lo anterior, en el siguiente apartado se presentan datos de estudios que avalan que los
alumnos universitarios expuestos a niveles elevados de estrés son más propensos a desarrollar an-
gustia patológica y síntomas depresivos.
114 aNSIeDaD y DePreSIóN eN el eStuDIaNte uNIVerSItarIO
Las instituciones de educación superior que se encargan de formar a estudiantes en el área de cien-
cias de la salud tienen el objetivo de capacitar a profesionistas empáticos que ayuden a las personas
enfermas y promuevan una adecuada salud pública. Para cumplir con este ideal, las instituciones
requieren de programas de formación académica con más exigencia, lo cual, de forma colateral,
puede tener un efecto negativo en la salud emocional y psicológica de los estudiantes, ya que pu-
diera desencadenar una sintomatología ansiosa o depresiva. Esto, lógicamente, altera la estabilidad
emocional de los alumnos, y repercute en un bajo rendimiento académico y en una carencia de áni-
mo para continuar con los estudios.
Estos síntomas, en algunos casos, se pueden asociar con la ansiedad, un estado en el que los indivi-
duos se sienten amenazados, tensos y preocupados ante estímulos estresantes. La literatura sugiere
que la respuesta adversa a los factores estresantes es multifactorial y puede atribuirse a problemas
de sueño, presión ante evaluaciones constantes, dificultades académicas, mala salud física, proble-
mas de adaptación con los compañeros, demandas de tiempo, etc. (Guerra, 2016; Siqueira-Drake
et al., 2012). Por ello, los estudiantes universitarios constituyen una población con alto riesgo de
sufrir alteraciones emocionales debido a las constantes exigencias a que son sometidos según sus
diferentes planes de estudio.