Page 50 - La investigación en instituciones de educación superior en México
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lINEAMIENtOS PARA lA FORMAcIóN DE lOS PEDAgOgOS SOcIAlES
Los resultados de la encuesta muestran que la dimensión ética (58%) de un buen docente
tuvo una mayor relevancia que la dimensión pedagógica (42%). Asimismo, indican que en la
dimensión ética las acciones y actitudes de cuidado (40.4%) fueron altamente valoradas por
los estudiantes encuestados.
Estos resultados permiten plantear a la ética del cuidado como una alternativa sólida y per-
tinente para la futura formación ética de los pedagogos y educadores sociales. Esto porque
tanto la Pedagogía Social como la Educación Social son profesiones asistenciales enfocadas
a proporcionar ayuda y apoyo a quienes necesitan de sus servicios mediante la intervención
socioeducativa.
La estrategia para la formación pedagógica y ética de los alumnos en la ética del cuidado no
debe ser mediante la inculcación de esta como un modelo o esquema moral, sino que los
alumnos vivan y experimenten personalmente la ayuda y el apoyo por parte del docente. Esta
vivencia positiva de la práctica del cuidado puede ser formativa porque permite a los alumnos
conocer y asimilar tanto los conocimientos y habilidades que la intervención socioeducativa
requiere como las actitudes y valores éticos necesarios e imprescindibles para la realización de
esta práctica profesional mediante la cual proporcionan la ayuda y el apoyo que les solicitan
los usuarios.
Por ello resulta pertinente que la formación ética de los futuros pedagogos y educadores so-
ciales comprenda los siguientes ejes:
a) El desarrollo y sostenimiento por parte del docente de la práctica del cuidado. Como ya se La investigación en instituciones de educación superior en México
señaló anteriormente, esto implica asumir el compromiso de atender y ocuparse de las nece-
sidades y carencias de tipo pedagógico y educativo que tienen los alumnos. Este compromiso
debe sustentarse en dos aspectos: 1) en una sólida formación pedagógica y didáctica y 2) en
la ética docente.
Si bien en los resultados obtenidos relativos a un buen docente la dimensión pedagógica fue
situada en segundo lugar, esto no debe desestimar la importancia que tiene como soporte y
fundamento para ayudar y apoyar a los alumnos en su aprendizaje. Debido a que el docente
puede responder a las necesidades educativas y pedagógicas de los alumnos si cuenta con
los conocimientos, tiene las capacidades y habilidades didácticas para la enseñanza y lleva a
cabo la formación permanente.
Asimismo, la práctica del cuidado, entendida como la ayuda y el apoyo por parte del docente
al alumno, involucra la ética docente; es decir, demanda un conjunto de actitudes éticas, tal
y como la empatía, la atención solícita, mostrar disponibilidad y desarrollar la comunicación y
el diálogo con los alumnos, así como poner en práctica los valores de la responsabilidad y el
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