Page 52 - Emprendimiento Conceptualización y contextualización en México
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44 Habría que hacer hincapié en no confundir el espíritu emprendedor con
el espíritu de empresario. Para este último hace falta ser capaz de iden-
tificar oportunidades en el mercado y obtener los recursos materiales y
humanos necesarios para poner el proyecto en marcha. Absolutamente
todos nuestros alumnos tendrán que emprender en su vida personal y
laboral, tendrán que innovar y buscar nuevas respuestas en el mundo
globalizado y cambiante al que se van a enfrentar; aunque no todos
logren llevar a cabo un proyecto empresarial propio (Iborra, 2014, p. 8).
No se trata aquí de inclinarse a favor de una de estas alternativas; no se trata tampoco de
despreciar ni uno ni otro horizonte, solo que como institución educativa conviene dar bases
para que sean ellos, los profesionistas, quienes tomen decisiones sobre su propio futuro.
Desde otra perspectiva, la universidad juega un papel importante ya que de alguna manera
perfila el rumbo de dicho ejercicio profesional.
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Por ello, no es menor la tarea de la universidad. Lo que sí puede afirmarse es su respon-
sabilidad a la hora de mostrar congruencia, tanto interna como externa, en sus planes de
estudio, pues la consistencia de estos permitirá una formación más sólida y se podrán
cumplir, al menos desde el espacio formativo en la universidad, los perfiles que se plantea-
ron en el papel para cada programa educativo.
Se esperaría que los escenarios institucionales y los planes curriculares fomenten esa cul-
tura emprendedora para que se materialice en acciones de desempeño profesional, carac-
terizadas por una franca responsabilidad social y ambiental.
Necesidad urgente de cambios y reformas, replanteamiento de su fun-
ción y misión como institución sociocultural y económica, unida a la apa-
rición del concepto de competencia frente a los saberes y disciplinas
tradicionales, empujan a la universidad hacia discursos y prácticas de
renovación que encuentran en el emprendimiento una de sus nuevos
campos de actuación (Zubillaga, 2015, p. 186).
En este marco, y sin desvalorizar los demás elementos, se destacan aquí tanto el objetivo
general como el perfil de egreso de los planes de estudio como componentes curricula-
res sustanciales que delinean el proceso formativo, y marcan el punto de llegada en cada
profesión.