Page 18 - Prevención de la violencia en el nivel preescolar
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Algunos autores de la psicología dinámica consideran que la agresividad se encuentra en
                  el interior de la persona, como efecto innato que acompaña a los seres humanos desde el
                  momento mismo de su nacimiento, pero que se activa, se canaliza o se siente a partir de
                  sus propias experiencias con el medio (Londoño, 2010). Por ello, el origen de la agresión,
                  según “Jean Jacques Rousseau en el siglo XVIII, supone que los seres humanos nacen
                  fundamentalmente buenos y se vuelven agresivos o violentos durante su desarrollo como
                  resultado del aprendizaje cultural” (Rousseau, citado por Ostrosky, 2011, p. 25).


                  Apoyado en esta visión de Rousseau, Albert Bandura considera que la agresión es apren-
                  dida, aunque se asocia a la frustración, la cual emerge a través de la observación de
                  modelos de conducta, de ahí que considere que el medio externo juega un papel determi-
                  nante en la adquisición de este tipo de conductas. En consecuencia, “solo cuando el niño
                  ha aprendido a agredir como respuesta dominante a la excitación emocional en determi-
                  nadas situaciones, habrá una alta probabilidad de que manifieste reacciones agresivas
                  ante la frustración” (Bandura y Walters, 1974, p. 61).



                  La agresión es una conducta que está relacionada con el causar algún tipo de daño e
                  incluye la agresión física, la degradación y devaluación psicológica (Bandura, 1969). Ban-
                  dura se enfoca en las consecuencias del comportamiento agresivo y en la interpretación
                  de ese comportamiento. Por ende, opina que si el agredido no le da suficiente importancia
                  a la agresión, esta no es considerada como tal y, por tanto, no puede ser sancionada.
                  En otras palabras, si un individuo no reconoce un acto como agresivo, no lo denunciará;
                  mientras que si el agresor considera que no está actuando de esa forma, seguirá asumien-
                  do esa postura.



                  La neurobiología coincide con la teoría de los instintos de Sigmund Freud al considerar
                  que la agresión se encuentra dentro del individuo, aunque acota que existen factores bio-
                  lógicos y fisiológicos que estimulan las conductas agresivas (Chapi, 2012).Para la neurop-
                  sicología, agresión y violencia no son sinónimos, pues la primera es la manifestación del
                  comportamiento que tiene una persona hacia sus semejantes con el único fin de causar
                  daño para sobrevivir y conservar la especie; dicho de otro modo, es un componente bioló-
                  gico del comportamiento tanto de los seres humanos como de los animales. La violencia,
                  en cambio, es la agresión que tiene un sujeto hacia otros con la firme intención de provo-
                  car daño extremo, de ahí que su característica principal sea el destruir. Esto significa que
                  es un comportamiento que se diferencia de la agresión porque solo se manifiesta en los
                  seres humanos.



                  De acuerdo con Ostrosky (2011), hay dos tipos de agresión: la benigna y la maligna; la
                  primera es una reacción espontánea y breve para protegernos del peligro que nos acecha;

                         Prevención de la violencia en el nivel Preescolar


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