Page 38 - Prevención de la violencia en el nivel preescolar

de los niños agresivos castigaban mucho más que los niños que no lo eran
(Bandura y Walters, citados por Bandura y Walters, 1974, p. 85).

De acuerdo con las investigaciones realizadas por Bandura, existe más tendencia de que
los niños reproduzcan una fiel imitación cuando observan hechos de la vida real que cuan-
do observan modelos fílmicos. Esto significa que la familia —particularmente los padres—
representa a una de las intuiciones y a uno de los espacios más determinantes para el
desarrollo de la personalidad de un individuo.

Contexto escolar

La escuela es uno de los primeros lugares donde los infantes establecen relaciones so-
ciales fuera de su familia; sin embargo, también es el sitio donde más se cometen actos
de violencia entre niños-niños, niños-maestros, padres de familia-maestros. A lo largo de
la historia, la violencia en la escuela se ha manifestado de diversas formas; por ejemplo,
castigos corporales a los indisciplinados, miedo o amenaza a los niños, imposición de
temas y contenidos para que sean desarrollados como castigo, exigencias para estudiar
y aprender de una manera específica y omisión de información que no conviene mostrar.
En cambio, “la violencia actual es distinta, [pues] no es la violencia en nombre de la autori-
dad del maestro o del saber. Es una violencia que opera en múltiples direcciones y que el
orden social o científico no nos ha mostrado” (Narodowski, citado por Imberti et al., 2006,
p. 121). No obstante, en la actualidad aún se siguen observando casos de violencia donde
el maestro abusa de su posición o de su saber, lo cual puede ser copiado por los niños y
aplicado después no solo con sus pares, sino incluso con ellos mismos y con el personal
de la institución educativa.

Para disminuir los niveles de la violencia y resolver los conflictos destructivos, las escuelas
tienen que empezar a reconocer que esos actos se encuentran fuera de control, por lo
que se deben implementar actividades integrales dirigidas a todos los estudiantes, aun-
que con especial énfasis en el grupo de alumnos que cometen la mayoría de esas faltas.
Estas medidas, a corto plazo, benefician a todos, pues los programas que se centran “en
la prevención de la violencia emplean a veces el escenario escolar para tratar de reducir la
violencia del vecindario” (Johnson y Johnson, 2010, p. 23).

Disminuir los niveles de violencia en la escuela no es tarea fácil porque se deben imple-
mentar acciones no violentas que reemplacen a las violentas. Para ello, el proceso debe
ser integral y exigir que los alumnos, padres de familia y personal del centro cambien há-
bitos, actitudes, valores y perspectivas.

Prevención de la violencia en el nivel Preescolar

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