Page 16 - Formación emprendedora, un diagnóstico en educación superior
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12 Formación emprendedora, un diagnóstico en educación superior
La Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción Prioritaria
para el Cambio y el Desarrollo de la Educación Superior (UNESCO, 1998) ya destacaba para el
siglo XXI la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo socio-
cultural y económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones
deberían estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales.
En dicha Declaración también se afirma que la educación superior tiene como misión, entre otros
propósitos, educar, formar, contribuir al desarrollo del conjunto de la sociedad, ofrecer un apren-
dizaje permanente, cooperar con el mundo laboral, prevenir las necesidades sociales, inducir
métodos educativos innovadores, acordes a una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza
superior centrado en el estudiante. De igual manera, una formación que permita la adquisición
de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis crítico y
creativo, combinar el saber teórico y práctico tradicional con la ciencia y la tecnología y promover
una educación para toda la vida, es cada vez más imperiosa.
En este marco, se comprende un enfoque hacia la concreción, logro de objetivos y metas con
resultados exitosos. Así, tanto políticas internacionales como nacionales y diversos autores, coin-
ciden en que la educación superior debe mantenerse estrechamente relacionada con el mundo,
más allá de las fronteras institucionales.
Un ejemplo de ello es lo que la UNESCO (1999):
El análisis de la situación de la enseñanza superior pone
de relieve tres prioridades dominantes a las que debe
conceder la máxima atención: la ampliación del acceso so-
bre la base del criterio del mérito, la renovación de los siste-
mas e instituciones de educación superior y el fortalecimien-
to de los vínculos con la sociedad, en especial con el mundo
del trabajo (p. 1).
Ligado a lo anterior, es fundamental que tanto la educación superior como noción, como pro-
ceso y como acciones concretas en los campos disciplinar y transdisciplinar, tengan sentido de
responsabilidad social. Diversos autores (Martínez de Carrasquero, Mavárez, Rojas y Carvallo,
2008; Ramos, 2010 y Monge, 2012) han destacado en el campo de la educación superior, la
vertiente de la responsabilidad social de este nivel educativo como un ejercicio comprometido de
pertinencia de las instituciones.