Page 102 - La enseñanza de las matemáticas, un reto para los docentes en formación
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to, se establecieron aspectos como los siguientes: reglas, que se pretendía alcanzar, cómo llevar
cabo la estrategia y qué se iba a aprender. Durante el desarrollo de los mismos fomenté algunos
valores como el respeto, la tolerancia, la colaboración, cooperación, solidaridad, entre otros.
Lo anterior, se logra por la intensa participación que se da en esta etapa de aprendizajes sociales,
debido a la interacción que el educando tiene con sus compañeros es amplia y clara apreciando
las características de actuación.
Aunado a esto, en el juego de manera individual o colectiva logré desarrollar diferentes actitudes
como confianza, aceptación, decisión, autoestima, entre otros, lo que ayudará a su mejor desem-
peño tanto como estudiante y persona adulta.
Cuando logré que los discentes dejaran de ver al juego como una simple diversión o entretenimien-
to recreativo como ocurrió en los grupos 301 y 302, éste toma un nuevo sentido, debido a que
por medio de él enseñé un contenido brindando así la posibilidad de cómo utilice una estrategia
didáctica siendo el puente o intermediario entre el conocimiento y el docente en formación, es
decir; el medio por el cual facilité el aprendizaje, me permitió desarrollar sentimientos, habilidades,
actitudes, valores, destrezas y conocimientos que se encuentran en su ambiente cotidiano.
Los juegos didácticos son una técnica participativa de la enseñanza encaminada a desarrollar en
los estudiantes; métodos de dirección y conducta correcta, que estimula la disciplina con un ade-
cuado nivel de decisión y autodeterminación. De lo anterior puedo afirmar que no solo propicié la
adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades, sino que además contribuí al logro de
la motivación por la asignatura; y constituí una forma de trabajo docente donde brindé gran varie-
dad de procedimientos para el entrenamiento de los discentes en la toma de decisiones para la so-
lución de diversas problemáticas. Para tener un criterio más profundo sobre el concepto de juego
tomé uno de sus aspectos más importantes, la contribución al desarrollo de la capacidad creadora
en los jugadores, toda vez que este influye directamente en sus componentes estructurales.
En el componente intelectual-cognitivo fomentamos la observación, aten-
ción, capacidades lógicas, fantasía, imaginación, iniciativa, investigación
científica, conocimientos, habilidades, hábitos, potencial creador, y otros.
En el afectivo-conductual se desarrollan el espíritu crítico y autocrítico, ini-
ciativa, actitudes, disciplina, respeto, perseverancia, tenacidad, puntuali-
dad, responsabilidad, audacia, sistematicidad, regularidad, compañeris-
mo, cooperación, lealtad, seguridad en sí mismo, estimula la emulación
fraternal, y otros. En el afectivo-motivacional propiciamos la camaradería,
interés, gusto por la actividad, colectivismo, espíritu de solidaridad, dar y
recibir técnicos y la satisfacción por los resultados, se enriquece la capaci-
dad técnico-creadora del individuo (Jiménez, 2006).
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