Page 153 - La diversidad de actividades en el proceso de enseñanza aprendizaje del docente en linea.
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Una vez presentados los 4 estadios a los que hace referencia la Dra. Díaz Barriga, se
                  identificar que el  esTaDio iv, el nivel ideal que debería dominar el estudiante, pues refleja   153
                  manejo profundo de la empatía histórica. Sin embargo, la experiencia docente a lo largo
                  de los años ha permitido identificar que algunos jóvenes estudiantes perciban al agente
                  histórico, como alguien ajeno a su contexto actual. Ello hace difícil el ser empático con
                  la historia, por tanto, la (pDHI) propuesta articuladora de actividades de aprendizaje
                  tendientes al desarrollo y fortalecimiento de esta habilidad.

                  Para el caso de la presente (pDHi) y con el propósito de lograr el desarrollo y fortalecimiento de
                  la habilidad de empatía histórica se considera el desarrollo de actividades como la conducción
                  de dramatizaciones o “juego de roles”, y con el fin de enriquecer esta propuesta se considera
                  ejecutar en el aula la representación “Juicio a los héroes de la Independencia”, dinámica que
                  se presenta a detalle en el apartado de bitácora de aplicación de este trabajo.


                  Por último, Pensamiento crítico. De enorme importancia resulta esta tercera categoría de no
                  fácil conceptualización pero sí imprescindible para la concepción constructivista cognitiva, en
                  el proceso de enseñanza-aprendizaje.  Con base en las diversas perspectivas del pensamiento
                  crítico, Ennis (1962) lo definió como la evaluación de argumentos correctos, por su parte
                  Facione (1990) incluye diversas habilidades cognitivas para la formación de un juicio auto-
                  regulado: como son: análisis, interpretación, inferencia, evaluación útiles para atender la
                  certeza del conocimiento Hargreaves (2005).
                  En este sentido Díaz Barriga (2001, pág. 2), reconoce lo siguiente: “Realmente resulta difícil
                  conceptualizar el término de pensamiento crítico, a pesar de que se encuentra presente en
                  las metas o intenciones educativas de muchos proyectos curriculares, sobre todo en relación   La diversidad de actividades en el proceso de enseñanza aprendizaje del docente en línea
                  con los aprendizajes vinculados con la historia”. Para ello, refiere la misma autora que lo que
                  se busca con el estudio de la historia es la formación de alumnos críticos, lo que se equipara
                  a que tomen conciencia o cuestionen su realidad social o histórica participando activamente
                  en su papel de actores sociales.
                  Por otra parte, Díaz Barriga comenta acerca de algunos estudios donde docentes de áreas
                  histórico-sociales, han identificado la necesidad de formación de alumnos críticos; esta
                  meta se visualiza como la principal al llegar a las aulas, inclusive la ubican por encima de la
                  adquisición de los saberes de índole conceptual previamente determinado en el programa.

                  Sin embargo, con frecuencia tienen poco claro qué es pensar críticamente o como pueden
                  intervenir para fomentar dicha habilidad entre los estudiantes: “Tanto docentes como alumnos
                  suelen entender por pensamiento crítico la capacidad de opinar o manifestar un punto de vista
                  personal, sea o no fundamentado, o bien una actitud contestataria y de oposición sistemática”
                  (Monroy, 1998; citado en Díaz Barriga, 2001, pág. 2).
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